Vosotros lo habéis querido.
Habéis hablado alto y claro.
Y como vuestros deseos son órdenes para mí, aquí tenéis la receta que votó el 75% de los seguidores de la cuenta de Instagram a través de Stories: la de las croquetas de setas de mami.
Cremositas por dentro.
Crujientitas por fuera.
Os prometo que no tienen secretos.
Las ha preparado desde el principio hasta el final conmigo a su lado, con los ojos bien abiertos, cuaderno y boli en mano para tomar buena nota de hasta el más mínimo detalle para poder trasladaros la elaboración lo más detallada posible.
No me voy a enrollar mucho más porque las fotos hablan por sí mismas. Vamos con ello.
Croquetas de setas y trufa:
INGREDIENTES (para unas 10-12 unidades)
1 diente de ajo
100g de setas
15g de mantequilla
1/2 cebolla
4 cucharadas soperas de harina de trigo
500-600mL de leche entera
2 trufitas en conserva
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta recién molida
- Para el empanado:
Harina de trigo
2 huevos M, batidos
Pan rallado
Aceite de girasol
PREPARACIÓN
En primer lugar, picamos muy bien el ajo. Y lo sofreímos en un sartén con un chorrito de aceite de oliva.
Añadimos las setas, también finamente picadas, y las rehogamos hasta que estén blanditas. Salamos y reservamos en un cuenco aparte.
Por otro lado, en un cazo, añadimos un chorrito de aceite de oliva, lo suficiente para cubrir el fondo, y agregamos unos 15g de mantequilla, aproximadamente. Calentamos a fuego medio.
Picamos muy bien la cebolla y la cocinamos en el cazo. Cuando esté transparente, añadimos la harina y la rehogamos unos minutos. En el momento en que la harina se haya tostado, incorporamos una tercera parte del total de la leche. Poco a poco, a fuego medio y sin dejar de batir, vamos integrando el resto de la leche. Salpimentamos.
Continuamos calentando la preparación mientras removemos constantemente con la ayuda de unas varillas manuales.
Incorporamos las trufitas muy bien picaditas.
Cuando la bechamel rompa a hervir y empiece a espesar, añadimos las setas rehogadas. Seguimos cocinando la salsa durante unos 10 minutos, aproximadamente, y siempre sin parar de batir.
Cuando esté lista, la trasladamos a una fuente o bandeja de bordes altos y unos 20cm de lado. Filmamos a piel y enfriamos dentro de la nevera hasta, al menos, el día siguiente.
Cuando la masa esté bien firme, será el momento de dar forma a nuestras croquetas. Para ello, formamos bolas con la masa fría, con la ayuda de dos cucharas y las manos.
Las rebozamos en harina. A continuación, las pasamos por el huevo batido. Por último, por una capa de pan rallado.
Con todas nuestras croquetas formadas, las freímos en un cazo con abundante aceite de girasol caliente. A medida que se vayan dorando, las sacamos a un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. Consumimos cuando aún están calentitas.
VALORES NUTRICIONALES POR UNIDAD (grandota):
Cal: 189Kcal
HC: 10g
P: 4,3g
G: 15g
Fibra: 0,5g
Fuente: este post proviene de Mi recetario por Elena Pilar, donde puedes consultar el contenido original.
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