Hay determinados productos que, por lo ricos que son y lo difícil que resulta -en muchas ocasiones- encontrarlos, en cuanto los veo en cualquier lineal/ estantería del súper, arramblo con ellos, aunque no sepa aún cuál será su destino. Últimamente me ocurre con la ricotta. Y es que, si ya me resulta complicado encontrar un buen requesón (cuando lo quiero, buceo en su búsqueda entre los puestos del mercado o recorro todos los supermercados cercanos, en mucho casos, sin éxito), no os digo nada de lo complicado que me es encontrar ricotta.
Hará un par de semanas, por casualidad, sin buscarla (mi objetivo ese día era encontrar queso mascarpone sin lactosa, que no encontré, por cierto), se presentaron flamantes ante mí cuatro envases de ricotta. Sin dilación, me hice con uno de ellos. Aún no tenía claro cuál sería su destino. Eso ya lo vería. Pero iba a estar rico, eso seguro.
Después de echar una ojeada a mi cuaderno de recetas pendientes, lo tuve claro: iba a ser el relleno de una colosal tartaleta de arándanos.
El resultado ha sido extraordinario. La base es una masa quebrada aromatizada con limón y el cremoso relleno -como os he dicho- de ricotta y jugosos y dulces arándanos. Una mezcla entre una tarta de queso y una quiche dulce. Justo, las elaboraciones preferidas en mi casa. Las masas -sean del tipo que sean- nos flipan y adoramos las cheesecakes en cualquiera de sus versiones.
Estoy segura de que os encantará. Una receta ideal para estos días que vamos a pasar en casita. Nos entretenemos horneando y pasteleando toda la familia y, después, disfrutamos de una delicisura de tartaleta.
Crostata de ricotta y arándanos:
Receta de @ilmiosaperfarericette (le he hecho muy poquitas modificaciones)
INGREDIENTES (para unas 8-10 raciones)
- Para la masa:
200g de harina
100g de azúcar blanquilla
100g de mantequilla, a temperatura ambiente
1 huevo M, ligeramente batido
La ralladura de un limón
Pizca de sal
- Para el relleno:
250g de ricotta, escurrida y bien chafada con un tenedor (podéis usar requesón o incluso queso fresco tipo Burgos)
70g de azúcar blanquilla
El zumo de medio limón
2 huevos M
20g de harina
60mL de nata (crema de leche) líquida para montar (35% m.g.)
100-120g de arándanos frescos
PREPARACIÓN
- Para la masa:
En un bol amplio, mezclamos la harina, el azúcar, la mantequilla, la sal y la ralladura de limón. Lo hacemos con los dedos para formar una masa similar a unas migas. Añadimos el huevo, y seguimos mezclando hasta que se integre entre la masa. Filmamos la masa y la llevamos a la nevera durante unos 30 minutos, mínimo.
Engrasamos las paredes y la base de un molde de tartaleta, opcionalmente cubrimos la base con papel vegetal. Precalentamos el horno a 170ºC.
Cuando la masa esté fría, cubrimos con ella el molde preparado y horneamos 12-15 minutos a 170ºC.
- Para el relleno:
Chafamos muy bien la ricotta con la ayuda de un tenedor. Añadimos el azúcar y el zumo de limón, y batimos hasta que no queden grumitos. Incorporamos los huevos, de uno en uno.
A continuación, la nata (crema de leche) y la harina. Mezclamos con suavidad.
Vertemos la preparación sobre la masa precocida y colocamos el molde en la bandeja del horno.
Repartimos los arándanos por toda la elaboración y horneamos unos 40-45 minutos a 170ºC, o hasta que el relleno haya cuajado y la superficie esté ligeramente doradita.
Fuente: este post proviene de Mi recetario por Elena Pilar, donde puedes consultar el contenido original.
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