En esta ocasión he optado por cocinar a la vieja usanza, en cazuelita de barro, a fuego medio, sin prisas, para cocinar unos daditos de ternera que tenía muertos de frío en el congelador.
Ingredientes (2 personas):
300 g de carne de ternera cortada a daditos
1 lata de pisto (400 g)
1 lata de tomate triturado (400 g)
1 cabeza de ajos
1 vaso de vino tinto (200 ml)
Pimienta blanca en polvo
Cúrcuma
Orégano
Aceite de oliva
Sal
Preparación (200 minutos):
Colocamos un generoso chorro de aceite de oliva en la cazuela de barro, a fuego medio.
Cuando el aceite este caliente añadimos los daditos de carne y los sellamos.
Cuando la carne cambie de color, añadimos el tomate y el pisto, removemos.
Añadimos el vino, la sal, la pimienta, el orégano, la cúrcuma y tapamos bajando el fuego a un tercio de su potencia.
Cada 20-30 minutos le vamos dando la vuelta hasta que la carne comience a estar tierna.
Añadimos los ajos desgranados, pero sin descamisar.
Seguimos cocinando a fuego bajo, tapado, hasta que la carne y los ajos estén tiernos.
Si se nos queda seco se le puede añadir más vino, en mi caso no fue necesario.
Rectificamos el punto de sal y especias.
Si quedara ácido el tomate, se le puede añadir una cucharadita de azúcar, en mi caso tampoco fue necesario.
Repartir entre dos platos y comer calentito.