La FAO ha declarado este 2016 año Internacional de las Legumbres, con esto se propone sensibilizar a la opinión pública sobre las ventajas nutricionales de las legumbres como parte de una producción de alimentos sostenible encaminada a lograr la seguridad alimentaria y la nutrición.
Y para recuperar las legumbres en nuestra dieta y no comerlos siempre de la misma forma, hoy hemos preparado unos deliciosos garbanzos sin grasas, aromatizados con especies que nos recuerdan la fantástica cocina árabe, diferente, suave y deliciosa.
Las especias que se añaden a esta receta pueden variar, a mí me gusta que el conjunto esté equilibrado, sin que sobresalga ninguna especia sobre las demás, es cuestión de probar y ajustar a tu gusto.
Ingredientes:
250 gr. de garbanzos puestos a remojo la víspera o un bote grande de garbanzos cocidos, 1 cebolla, 2 hojas de laurel, un palito de canela, 1 cucharadita de canela en polvo, un trocito de jengibre fresco rallado, 1/2 cucharadita de pimentón, 1 cucharadita de cominos, 2 dientes de ajo picados, 1 tomate maduro, el zumo de ½ limón, pasas, aceite de oliva y sal.
Preparación:
Los garbanzos los tendremos a remojo desde la víspera. Los escurrimos y los cocemos en una cacerola o en la olla a presión con agua hirviendo, una hoja de laurel y un poco de sal hasta que estén tiernos, pero no blandos. Si utilizáis garbanzos de bote, omite este paso.
Calentamos el aceite en una cacerola baja y echamos la cebolla picada, el ajo y los tomates pelados y troceados. Cocinar despacio hasta que la cebolla esté dorada y los tomates deshechos. Añadir el pimentón, el comino y el laurel, la canela y el jengibre, mezclar todo bien y cocinar 3-4 minutos para que las especias desprendan sus aromas.
Añadimos los garbanzos cocidos con un poco de agua, las pasas y el zumo de limón, dejamos cocer a fuego lento durante 10-15 minutos. Ahora puedes disfrutar de su aroma y aunque son muy diferentes de las rectas que comemos normalmente, creo que te gustaran.
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