Esto ya se está acabando...
Parece que fue ayer cuando empezaba el verano, y ya han pasado un poco más de dos meses. Cuando todos nos quejábamos del calor que hacía, que no nos dejaba respirar, ni dormir, ni vivir, ni encender el horno.... Pero para eso están los helados, para sólo tener que abrir la puerta del congelador y listo...
Yo creo que este va a ser de los últimos "post helados" de la temporada estival. Ya en breve empezaremos a encender el horno, a hacer bizcochos contundentes para acompañar esos cafés y chocolates calentitos, a pensar en recetas para combatir el frío
En breve volveremos a la rutina, a los uniformes de colegio y a los días más cortos. A ir medio encogidos por que estamos muertos de frío y a contar los días que quedan para que llegue la primavera
No tenemos remedio, porque a pesar de protestar tanto cuanto los termómetros marcaban 40º y más (y no en el horno precisamente), a casi todos nos encanta el verano (ya sé que hay excepciones).
Así que estos helados son para despedir el mes de agosto, para apurar los últimos coletazos de este verano tan caluroso que hemos tenido en casi toda España y para disfrutar de los niños que ahora nos alegran la casa con sus risas (y peleas entre ellos) pero que pronto empezarán con la rutina del colegio.
Ingredientes (12 unidades)
250 gr. de yogur de vainilla
250 gr. de nata (crema de leche) líquida para montar 35% M.G.
200 gr. de arándanos (congelados) y algunos más para rellenar el fondo de los moldes
50 gr. de azúcar glacé
Ralladura de 1 limón
100 gr. de galletas tipo Digestive (trituradas)
25 gr. de mantequilla (derretida)
Elaboración
En un recipiente batimos el yogur de vainilla con el azúcar y la ralladura de limón. Reservamos.
Con unas varillas montamos la nata (crema de leche) hasta que esté firme. Reservamos.
Trituramos los arándanos (descongelados) y colamos el puré para eliminar las semillas. Reservamos.
Agregamos la nata montada (crema de leche) poco a poco a la mezcla de yogur y la vamos integrando ayudándonos de una espátula, con movimientos envolventes para que no pierda firmeza. Por último añadimos el puré de arándanos y mezclamos bien.
Agregamos una cucharadita de arándanos en el fondo de los moldes. A continuación, rellenamos con la mezcla los moldes de los helados dejando un poco menos de un tercio sin rellenar, e introducimos en el congelador 1 hora.
Mezclamos las galletas trituradas con la mantequilla derretida y completamos los moldes de los helados presionando un poco la mezcla de galleta con ayuda de una cuchara e introducimos el palito en cada uno de ellos. Dejamos en el congelador al menos 6 horas.
Sacamos los helados 10 minutos antes de que los vayamos a consumir, para poderlos desmoldar con facilidad. Otra manera es sumergir el molde en agua templada, esperar un minuto y tirar del palito.
Estos helados son súper cremosos y los arándanos y el yogur forman un tándem perfecto y se complementan a las mil maravillas.
¿Y la decoración de los palitos? Son unos helados "reversibles", una parte con lunares la otra parte sin ellos.
También se puede sustituir el yogur por queso crema o incluso por una mezcla de éste con queso mascarpone, que es todavía más cremoso y contundente, y así no incorporar la nata montada (crema de leche). Ya sabéis que este tipo de helados admiten muchísimas variantes y además lo divertido es ir probando y dar con la que más nos guste.
En casa les encantaron y hemos repetido la receta únicamente cambiando la fruta y sustituyendo los arándanos por moras.
Espero que tengáis un fantástico final de mes y que entréis en Septiembre con el pie derecho y las pilas cargadas.