Mi abuela era una gran cocinera, recuerdo bien la emoción que sentía al saber que había preparado algún postre de los suyos. En su repertorio tradicional siempre estuvieron sus deliciosas natillas, cuyo aroma me traslada a mi infancia. Son tan fáciles, y están tan ricas, que merece la pena recuperar recetas típicas como esta.
La elaboración es muy sencilla y la adaptamos al gusto de cada uno, pues como todas las recetas tradicionales en cada hogar se preparan con un toque diferente. Con más azúcar, prescindiendo de la canela o de la vainilla, más o menos espesas…
Hoy las vamos a preparar de forma ligera y veremos dos formas de presentarlas, la tradicional con galletas y canela y, otra opción, para aquellos a los que no les guste la canela demasiado. ¿Tú con cuál te quedas?
Ingredientes:
4 yemas de huevo
2 cucharadas de stevia (o si lo prefieres 4 cucharadas de azúcar)
1 rama de canela
2 cucharadas de azúcar vainillado o una cucharadita de esencia de vainilla
canela en polvo
la piel de un limón
½ litro de leche (he usado leche desnatada)
1 cucharada de maizena
Galletas (tipo María, tostada, Oreo, o las que más os gusten)
De forma opcional podemos decorar con frutos rojos
Elaboración:
Calentamos la leche en un cazo hasta que empiece a hervir. En ese momento rallamos la piel del limón para que caiga en el cazo y echamos la rama de canela. Removemos bien para mezclar los sabores durante cinco minutos. Luego apartamos del fuego y dejamos que se enfríe.
Cogemos otro cazo y echamos él azúcar vainillado (o la esencia de vainilla) y la stevia para mezclarlo bien, luego la harina de maíz y de nuevo mezclar. Cogemos los huevos y separamos las claras de las yemas. Añadimos las yemas con el azúcar y removemos muy bien hasta que todo quede bien mezclado.
Ahora vamos a ir vertiendo la leche (a través de un colador, para eliminar la rayadura de limón y la canela en rama), cuando esté fría, muy lentamente sin dejar de remover. Cuando se hayan mezclado más o menos los ingredientes, encendemos el fuego a potencia media durante unos 15 minutos. Removemos de vez en cuando hasta que tenga la textura de una crema, y dejar que se termine de hacer.
Verter en los recipientes donde vamos a presentar. Unos los decoramos de la forma tradicional colocando encima una galleta y espolvoreando con canela.
La otra opción que hemos elegido hoy como alternativa es colocar sobre las natillas una galleta oreo y unos frutos rojos.
Enfriar en la nevera durante unas horas antes de consumir. Pero ¿quién se puede resistir?
Que lo disfrutéis Cocinitas!! Hasta la próxima!