Eso sí para una cena de diario es una opción fantástica para sentirte como un ser humano bien cuidado sin manchar y sin tardar… No hace falta haber cocinado nunca antes, es cocina para torpes muy espabilados … la la la
¿Que cómo se nos ocurrió probar? Pues una lata de alcachofas de segunda empezando a amenazar con reclamar la propiedad de la despensa para sus descendientes y nos pareció que había llegado su hora.
Que no me preguntes por qué, pero esta canción me pega todo.
Ingredientes 4-6 personas:
2 cucharadas de mantequilla
2 dientes de ajo
375 ml de leche entera
375 ml de agua o caldo
Sal y pimienta o una guindilla
250 g de linguini o spaghetti
200 g de hojas limpias y secas de espinacas
1 lata de 400 g de alcachofas al natural
50 g de queso parmesano rallado
Preparación:
En una sartén amplia con tapa derretimos la mantequilla y añadimos el ajo picado, a fuego lento lo dejamos un par de minutos para que el ajo desprenda su aroma sin quemarse. Añadimos la leche y el caldo o agua, sal y pimienta o guindilla y la pasta partida por la mitad.
La pasta debe quedar sumergida en el líquido, en cuanto empieza a hervir tapamos, bajamos el fuego y dejamos cocer a fuego lento pero de forma constante durante unos 14 minutos. De vez en cuando destapamos y mezclamos con un tenedor de madera para que la pasta se separe.
Mientras tanto escurrimos las alcachofas y las troceamos, cuando faltan tres minutos para terminar añadimos las espinacas a la pasta y mezclamos, dejamos un minutos y añadimos las alcachofas, mezclamos, añadimos la mitad del queso parmesano y volvemos a tapar. Cuando ha terminado el tiempo apagamos el fuego y dejamos reposar 5 minutos sin destapar.
Removemos por última vez y servimos con el resto del queso y pimienta para que cada comensal se sirva a su gusto.
Fuente: Budget Bytes, un blog de cocina con presupuesto, muy interesante
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