Este tipo de tartas con queso no a todo el mundo le gustan, tienes que ser de las mías, yo como queso con casi todo y cuanto más fuerte sea de sabor más me gusta, sobre todo si lo contrastas con algo dulce, me chifla.
En esta tarta yo puse un tipo de frutas las cuales se pueden cambiar por otras que os gusten más, no hay problema, siguiendo siempre los pasos de preparado sale perfectamente. La preparación no es difícil, ya sabéis, todos los postres o casi todos suelen ser entretenidos, pero todos se hacen con un poco de paciencia. Venga, vamos al lío, pongámonos manos a la obra.
Feliz findeeeeee¡¡¡¡
Ingredientes:
Para el bizcocho
75gr
Harina de trigo
115gr
Azúcar blanca
50gr
Maizena
4gr
Levadura en polvo “Royal”
2
Huevos
Vainilla bourbon
Para el relleno
500gr
Queso quark
125gr
Azúcar blanca
375gr
Nata (crema de leche) repostería
120gr
Melocotón en almíbar
24
Uvas en almíbar
40ml
Almíbar de melocotón
40ml
Almíbar de uvas
9
Hojas de gelatina
Azúcar glass
Preparación:
Para esta receta necesitaremos el horno, lo pondremos a precalentar a una temperatura de 180º.
En esta receta he utilizado un cuadrado de 23 centímetros, lo preparemos de la siguiente forma en la base le pondremos papel vegetal y por los lados le damos con spray antiadherente, si no tenemos le daremos con mantequilla y harina.
En un bol ponemos los huevos junto con el azúcar y la vainilla, esto lo batiremos con ayuda de unas varillas eléctricas hasta que los huevos estén bien espumosos.
Después sobre los huevos tamizaremos las harinas junto con la levadura y con ayuda de una lengua mezclaremos con movimientos envolventes.
Cuando estén todos los ingredientes bien integrados volcaremos la mezcla en nuestro molde, le damos unos golpecitos sobre la barra de la cocina y lo meteremos en el horno que ya lo tendremos precalentado, lo dejaremos hacer durante 12 minutos, yo me descuide un poquito y por eso lo véis más moreno, a vosotros os quedará más blanquito.
Pasado ese tiempo y comprobaremos que está listo, sin sacar el molde del horno pincharemos en el centro con pincho y si sale limpio estará listo de lo contrario cerraremos el horno y lo dejaremos unos minutos más, si está listo lo sacaremos y lo dejaremos entibiar en el mismo molde.
Pasados unos minutos lo desmoldaremos y lo dejaremos enfriar sobre una rejilla.
Una vez este el bizcocho frio podremos empezar a preparar el relleno.
Volveremos a utilizar el mismo molde que acabamos de utilizar para el bizcocho, en la base le ponemos una hoja de papel vegetal y por los lados le pondremos unas tiras de acetato, estas tienen que ser un poco más altas que los laterales del molde, una vez listo reservamos.
Ahora prepararemos las frutas, las sacaremos cada una de su lata y las pondremos sobre papel absorbente para quitarle el almíbar.
Cuando estén bien secas las partiremos en trocitos pequeños y las reservamos en un cuenco.
En un cuenco con agua pondremos las hojas de gelatina para que se hidraten.
Ahora cogemos un bol y ponemos el queso y el azúcar blanca, con ayuda de unas varillas eléctricas lo batiremos bien hasta disolver el azúcar, aparatamos.
Ponemos un cazo al fuego con los dos almíbar, estos lo calentaremos un poco para ir añadiendo las hojas de gelatina iremos removiendo para que las hojas de gelatina se disuelvan, cuando ya estén casi disueltas apartaremos del fuego y seguiremos removiendo hasta que estén bien disueltas, ahora la dejaremos enfriar.
Para continuar con la receta necesitaremos que la gelatina y el queso estén a la misma temperatura, lo ideal es a temperatura ambiente, si no lo están al unir los dos ingredientes nos saldrán grumos y no nos cuajara correctamente.
Ahora cogeremos las frutas troceadas y las añadiremos a la mezcla del queso con el azúcar, mezclaremos todo bien.
En otro bol pondremos y con ayuda de unas varillas eléctricas montaremos la nata (crema de leche) como a punto de nieve, reservamos.
Una vez frio el bizcocho le recortaremos por todos 1 centímetro, después cortaremos por la mitad para sacar dos placas.
Cogemos nuestro molde y la parte superior del bizcocho le daremos la vuelta y la pondremos boca abajo dentro del molde, la utilizaremos como base, está la centraremos bien.
Volvemos a nuestro relleno, ahora que tenemos la gelatina en el punto correcto vamos a añadir la nata (crema de leche) al queso con movimientos envolventes, una vez esté bien integrada la nata (crema de leche) añadiremos la gelatina y volvemos a mezclar bien pero con cuidado.
Ahora añadiremos toda esta mezcla en nuestro molde y encima de esta pondremos la otra placa de bizcocho dándole la vuelta para usar la parte a bajo como la de arriba.
Presionamos para que se introduzca y se quede todo a la misma altura pero sin que la nata (crema de leche) llegue a cubrir el bizcocho.
Una vez hecho esto lo meteremos en la nevera y lo dejaremos enfriar un mínimo de 5 horas.
Pasado ese tiempo lo desmoldaremos y espolvoreamos la parte de arriba con azúcar glass.
Listo para comer.
¡Buen provecho!
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