Con esto de que Javi sigue de baja en casa tras su operación de rodilla sin poder moverse apenas, mi madre y mi suegra nos están cocinando más de lo normal, por facilitar y ayudarnos así con las tareas diarias de casa.
Este pastel salado de carne y patata que hoy os enseño ha sido una de esas recetas de mi suegra que nos ha traído hace pocos días.
Para los que seáis amantes de la patata (como una servidora) seguro que os encanta, es bastante contundente, así que es ideal como plato único. El resultado es magnífico.
Por cierto que sepáis que seguimos abiertos y encantados de recibir vuestros táperes a diario, Mil gracias.
INGREDIENTES:
– 1 cebolla grande
– 1 zanahoria
– 2 dientes de ajo
– 400 g de carne picada sólo de ternera apta
– 200 g de champiñón fresco
– orégano molido
– sal
– pimienta negra molida
– aceite de oliva
– tomate frito sin gluten (Hacendado)
– mantequilla tradicional (Central Lechera Asturiana)
– 1 kilo y 200 g de patatas
– vino blanco
– 2 huevos
– 1 hoja de laurel
– queso parmesano
ELABORACIÓN:
Lo primero que hacemos es macerar nuestra carne picada para que tenga sabor, así pues en un bol le añadimos a la carne un huevo batido, medio diente de ajo picadito sin el germen, sal y pimienta negra al gusto y lo dejamos como una hora en la nevera.
En una cacerola con agua y sal ponemos a cocer las patatas peladas y cortadas en trozos y la hoja de laurel. Una vez blandas las pasamos por el chino o pasapurés, ponemos una cucharada de mantequilla, rectificamos de sal y reservamos nuestro puré de patata. Tiene que quedarnos cremoso y sabroso.
En una sartén con aceite de oliva pochamos la cebolla en trozos y un diente de ajo, muy poco a poco sin que se nos queme.
En otra sartén diferente hacemos el champiñón bien picadito a fuego medio.
Una vez listo el champiñón lo añadimos a la sartén de la cebolla y el ajo, y mezclamos bien los tres ingredientes.
A continuación, en otra sartén con aceite de oliva ponemos medio diente de ajo y nuestra carne picada macerada previamente, dejamos que se haga del todo removiendo muy bien, cuando la carne ya esté lista, añadimos orégano y un chorrito de vino blanco, subimos el fuego y una vez evaporado el alcohol, lo juntamos con todo lo anterior.
Ya con todo el relleno junto, añadimos un huevo cocido picadito y 5 cucharadas de tomate frito sin gluten. Mezclamos muy bien.
En una fuente apta para horno ponemos una base de tomate frito que ayudará a que no se nos pegue, después colocamos la mitad de nuestro puré de patata alisándolo con la ayuda de una espátula, sobre el puré añadimos todo el relleno de carne y encima de este, el resto del puré. Lo último es poner en la capa de encima queso parmesano rallado sin escatimar.
Llevamos nuestra fuente al horno y lo gratinamos unos minutos sin que se nos queme demasiado.
Dejamos que repose y a disfrutarlo.
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