Ingredientes para 4 o 6 personas:
masa brisa para quiches
1 cebolla grande
75g de mantequilla
75 g de harina de espelta
570 ml de leche semidesnatada
110 g de queso Cheddar
225 g de bacon
2 huevos
aceite de oliva virgen extra
mostaza en polvo
sal
pimienta
Ya sabéis que yo siempre intento cocinar sin lactosa, así que he utilizado mantequilla y leche sin lactosa. En cuanto al queso, podemos utilizar queso Cheddar sin lactosa, o curado en el que reduce la presencia de la lactosa.
La harina de espelta la he sustituido por harina de maíz. Y también, para esta ocasión, he utilizado tres chalotas en lugar de una cebolla grande, que es lo que tenía en casa.
Preparación:
Lo primero es preparar todos los ingredientes, para que cuando estemos cocinando no nos falte nada. Así que pelamos la cebolla y la cortamos muy fina en juliana y reservamos. Rallamos el queso y lo dejamos en un recipiente reservado. Si hemos comprado bacon o panceta lo troceamos y también reservamos. Y a continuación, separamos las claras de la yema de los huevos.
Como no hemos hecho la masa, sino que la hemos comprado ya hecha, la sacamos del frigorífico un ratito antes de ponernos a cocinar, para que se atempere y sea más fácil trabajar con ella.
Precalentamos el horno a 200ºC.
Untamos nuestro molde con mantequilla y colocamos la masa, cortando el sobrante con la ayuda de un rodillo y con el palo de una cuchara de madera damos forma al borde. Pinchamos la base con un tenedor para eliminar las bolsas de aire, y colocamos unos garbanzos para que la masa no suba cuando se esté horneando. Un truco es poner papel de platina y echar los garbanzos, de esta manera, cuando ya tengamos la masa lista, retirar los garbanzos es muy fácil.
Horneamos durante 20 minutos, en el estante medio con calor arriba y abajo.
Mientras tanto, en una sartén calentamos aceite de oliva virgen extra y añadimos la cebolla, manteniendo a fuego lento sin dejar de remover, que nos llevará otros 20 minutos.
En otra sartén, derretimos la mantequilla y agregamos la harina, cuando esté todo bien mezclado, añadimos poco a poco la leche, sin dejar de remover hasta que espese. Cocinamos a fuego lento durante unos minutos. A continuación añadimos el queso y removemos hasta que se derrita. Retiramos del fuego y añadimos el bacon o la panceta, una pizca de mostaza en polvo, la sal, la pimienta y la cebolla caramelizada.
Subimos la temperatura del horno a 230ºC.
Ponemos las claras en un robot de cocina y las batimos hasta que estén a punto de nieve. Luego las añadimos a la mezcla anterior.
Vertemos nuestra mezcla en la masa, habiendo quitado previamente los garbanzos, claro. Y horneamos durante 25 o 30 minutos.
Transcurrido este tiempo servimos directamente.
Bon appétit!!!