Sólo necesitamos unos pocos ingredientes de los que habitualmente tenemos casi todos en casa para preparar una deliciosa y aromática pasta como esta.
En Italia es frecuente elaborarla también con tallarines.
También se puede preparar una versión un poco más cremosa de este plato que sería sustituyendo el agua de cocción que añadimos a la salsa por nata (crema de leche) o queso ricotta, pero si queremos aligerar un poco el plato esta versión queda deliciosa.
Ingredientes
500 g de spaghetti integrales
1 cucharada de mantequilla
4 cucharadas de aceite de oliva
150 ml del agua de cocción de la pasta
La piel de 2 limones finamente rallada
La piel de 1 limón cortada en espiral
El zumo de 3 limones
2 dientes de ajo (opcional)
100 g de Queso parmesano
Sal y pimienta
Albahaca fresca (opcional)
Elaboración
Rallamos la parte amarilla de la piel de los dos limones.
Con la ayuda de un cuchillo cortamos en espiral la parte amarilla de la piel del limón restante.
Ponemos la pasta a cocer en agua hirviendo con sal y con la piel de limón cortada en espiral. Retiramos la pasta del fuego cuando esté al dente. Reservamos una taza del agua de cocción y colamos la pasta.
Mientras cocemos la pasta, ponemos una sartén a fuego bajo con el aceite y la mantequilla. Cuando se derrita la mantequilla, echamos los ajos pelados y partidos por la mitad y dejamos que se dore unos 2 minutos removiendo frecuentemente para que aromatice la mantequilla y el aceite. Retiramos los ajos. Añadimos la ralladura de limón y el zumo. Incorporamos la mitad del agua de cocción de la pasta que hemos reservado y salpimentamos. Echamos la pasta previamente cocida y colada, mezclamos bien y si nos parece que queda un poco seca, le añadimos la otra mitad del agua de cocción reservada. Sin dejar de mover la pasta para que no se pegue a la sartén dejamos que se reduzca un poco el líquido durante 1 ó 2 minutos. Incorporamos la mitad del queso parmesano y mezclamos todo medio minuto. Si lo deseamos podemos espolvorear un poco de albahaca fresca picada.
Emplatamos, y espolvoreamos el resto del parmesano y opcionalmente podemos regar con un hilillo de aceite de oliva virgen (preferiblemente aromatizado con limón o albahaca) y a disfrutar.