La nata (crema de leche) que cubre la tarta tiene un ligero color rosa y un suave sabor a frambuesa, con una base de frambuesas naturales, no con saborizantes, que junto con las frutas frescas la hace muy apetecible.
La base es un suave bizcocho aromatizado con agua de azahar, que hace que no sea nada empalagosa y aun siendo una tarta es ligera y suave. Además se hace en un momento, de esas que os gustan, con poco trabajo.
Para el bizcocho:
100 grs. de harina
100 grs. de azúcar
2 huevos
50 cl. de aceite de oliva suave
1/2 cucharadita de agua de azahar
2 cucharaditas de levadura química (tipo Royal)
Para la nata (crema de leche) a la frambuesa:
200 ml. de nata (crema de leche) 35º M.G. (Nata (crema de leche) para montar)
2 cucharadas soperas de azúcar
8 frambuesas hermosas
Frambuesas y moras para decorar
Primero voy a explicar un truco tonto para las que tengáis una batidora de varillas tipo KitchenAid pero de las baratas. Como la cantidad de huevos es poca, a estos aparatos les cuesta batir bien los huevos. Yo lo que hago es inclinar la máquina mientras bate y así consigo que lo haga bien.
Batimos los huevos con el azúcar hasta que blanqueen. Añadimos el agua de azahar (si no la conseguís, que la venden en grandes superficies podríais usar vainilla líquida y si os ha sobrado de hacer el roscón ya sabéis en qué usarla).
Agregamos el aceite en un hilo. Añadimos poco a poco la harina y la levadura, previamente tamizadas, hasta incorporarlo todo. Se entiende que todo este proceso es con varillas eléctricas y batiendo mientras incorporamos todos los ingredientes.
Engrasamos un molde, vertemos la masa y horneamos a 165-170º durante 30 minutos o hasta que al pinchar, el palillo salga seco. Dejamos reposar en el molde 10 minutos y desmoldamos. Dejamos enfriar encima de una rejilla.
Montamos la nata (crema de leche) con el azúcar y reservamos en la nevera. Aplastamos las 8 frambuesas con un tenedor y pasamos por un colador fino sacando todo el jugo. Incorporamos este jugo a la nata (crema de leche) con movimientos envolventes.
Una vez frío el bizcocho, ponemos la nata (crema de leche) con una manga pastelera haciendo lo que se pueda, ponemos las frutas en medio, bien lavadas y secas y ya tenemos lista nuestra tarta, así en un momento.
No conviene que pongáis más jugo de frambuesas porque si no la nata (crema de leche) podría perder su consistencia. Entonces tendrías que añadirle gelatina para mantenerla.
Como os dije hoy tengo algo que celebrar, hoy cumplo 50 años, nada más y nada menos y mi naranjito me ha preparado una sorpresa para el próximo finde. La primera sorpresa de cumpleaños que me hacen en mi vida sin que yo trate de adivinar qué pasa.
Así que me parecía que esta tarta sería más que adecuada para la ocasión y por si os apetece como idea fácil para San Valentín.
Un besazo