Me declaro una quesoadicta. Me gustan todas las variedades, españolas, francesas, italianas, británicas, holandesas... Todas me resultan ricas, Me resulta muy difícil cuando me pongo a dieta no comer un poco, pues todos los días lo pruebo.
Tanto los quesos suaves como los intensos me entusiasman. Los utilizo mucho para cocinar, en recetas saladas o, como ésta, dulce.
Las tartas de queso se preparan con quesos crema, tipo Philadelphia, de los que se untan. El tiramisú también utiliza queso cremoso y suave, el famoso Mascarpone y la Quesada pasiega utiliza quesitos como los que se ponen en la merienda de los niños.
Nunca había hecho una tarta con queso de pasta blanda. Vi la receta en la web de Président y como da la casualidad de que a mi hijo Nacho le encantan este tipo de quesos, decidí despedir el año con esta deliciosa tarta.
Su sabor es contundente, sabe mucho a queso, pero resulta muy rica. Está mejor de un día para otro, pues así se asienta. Sólo hay que dejarla tapada, pero a temperatura ambiente.
Para 12 personas:
600 g de queso Brie a temperatura ambiente
250 mL de nata (crema de leche) para montar
3 huevos
150 g de azúcar (podéis poner 200 g si no vais a poner mermelada por encima)
1 paquete de galletas María (200 g)
75 g de mantequilla
grosellas, frambuesas o mermelada para decorarSe precalienta el horno a 180 º C. Se comienza preparando la base de la tarta. Para ello, se machacan las galletas en un robot.
Como yo no tengo robot introduzco troceadas las galletas en una bolsa de congelación, la cierro y paso el rodillo varias por encima, machacando bien las galletas y dejándolas reducidas a polvo.
Se pasan a un molde desmontable. Se añade la mantequilla fundida (yo lo hago unos segundos al microondas) y se amasa bien el polvo de galletas, apretando con el dorso de una cuchara. Se introduce en el horno caliente durante 5-7 minutos.
Se pone en un bol grande el queso brie al que se ha retirado toda la corteza, troceado. Se añade la nata (crema de leche) y, a continuación, el azúcar.
Se mezcla bien todo hasta que quede una pasta homogénea. Se añaden los huevos, de uno en uno. No se agrega el siguiente hasta que no se incorpore bien el anterior a la masa de queso.
Se vierte la masa sobre la base de galletas horneadas y se introduce en el horno durante 20-30 minutos, hasta que al pinchar con una aguja salga limpia.
Si se os dora mucho la superficie de la tarta podéis poner un papel de aluminio por encima para que no se queme.
Se deja enfriar y se desmolda. Se puede decorar con mermelada de frutos rojos o de vuestro gusto. Yo espolvoreé con azúcar glaçe y decoré con grosellas.
Fuente: este post proviene de Las recetas de Martuka, donde puedes consultar el contenido original.
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