¡Ayer empezó oficialmente la primavera! Aunque para nosotras, que nos regimos por el calendario de El Corte Inglés, ya había empezado hace 15 días, jajaja, y ¿sabéis que? Ayer también era el día mundial de la felicidad. Sí, como lo oís. Hay un día del amor, un día de la mujer e incluso el día del huevo, pero ¿en serio hace falta un día para recordar que hay que ser feliz?
Dándole vueltas he llegado a la conclusión de que igual es más necesario de lo que creemos. Vivimos en una búsqueda de la felicidad permanente como quien busca a Wally y no nos damos cuenta de que el tiempo pasa, de que vida solo hay una y de que hoy estás y mañana puede que no (vale, igual me he puesto un poco drástica). Estaría más contento si ganase más, si adelgazase, si tuviera el trabajo de mis sueños… ¿y hasta entonces?
¿Por qué no pensar algo que nos alegre hoy? No hace falta que sean grandes cosas. Esa cerveza que lleváis posponiendo toda la semana, la canción que os pone las pilas, una llamada a un amigo que hace un montón que no sabes de él, un paseo al salir de la oficina o incluso un capricho pal body como las torrijas que os traemos (encima aptas para la Cuaresma ;)) ¿lo tenéis? Perfecto.
Ahora solo tenéis que hacerlo realidad y ¡disfrutad del día! (aunque hoy no sea el día mundial de la felicidad y nadie nos recuerde que hay que serlo) ¡que tengáis un buen finde!
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Torrijas (¡picatostes!)
Tipo de receta: Postre
Tiempo de preparación:
Tiempo de cocinado:
Tiempo total:
Raciones: 2
Ingredientes…
1 litro de leche.
3 huevos.
1 barra de pan del día anterior.
100g de azúcar.
2 cucharadas de canela en polvo.
2 palitos de canela en rama.
la cáscara de un limón.
Aceite de oliva virgen.
Con las manos en la masa…
Vamos a empezar aromatizando la leche. Para ello, la calentamos en un cazo y, antes de que hierva, la retiramos del fuego. Incorporamos la cáscara de limón, los palitos de canela y dejamos reposar durante unos minutos. A continuación la colamos y la reservamos. Ahora, nos toca esperar un poco a que la leche se temple: si la utilizamos caliente, al sumergir el pan, casi seguro que se va a deshacer. Así que ¡paciencia!
Mientras la leche se enfría vamos a ir preparando el resto de ingredientes necesarios para nuestras torrijas. Batimos los huevos en un plato hondo y echamos un par de cucharadas de la leche.
Por otra parte, en otro plato, mezclamos el azúcar con la canela en polvo y, por último, partimos el pan en rebanadas de unos 2cm de ancho.
Ponemos aceite abundante a calentar en una sartén y, cuando esté caliente empezamos: vamos cogiendo cada una de las rebanadas de pan, las sumergimos en leche, las pasamos por el huevo batido y las freímos por ambos lados.
Una vez fritas, las colocamos sobre papel de cocina para que absorban el exceso de aceite y, a continuación, las pasamos por la mezcla de azúcar con canela. Esperamos a que se enfríen (incluso podemos dejarlas de un día para otro que estarán estupendas) y ¡a comer!
3.2.2310