Pues hoy les dejo esta receta que es increíblemente fácil, imposible de echar a perder, y que si les gustan tanto las sardina como a mí, les aseguro que les va a encantar.
Además, estos maravillosos pescaditos azules son una gran fuente de proteína, vitaminas del complejo B (B6 y B12 y niacina) Vit E y D. También de ácidos grasos esenciales; es decir aquellos que nuestro organismo por si mismo no tiene la capacidad de producir. En este caso ellas nos proveen de omega 3, ademas de fósforo y hierro. Y como si fuesen ya pocas sus bondades, es de los pescados mas económicos.
Así que manos a la obra y a preparar sardinas crujientes
Ah!! pero antes de contarles como se hacen, les comento que quedan tan crujientes y sequitas por dentro que realmente se convierten en un bocado, en una especie de snack, así que son ideales para comerlas mojándolas en una salsita, o una vinagreta o un guacamole o una mayonesa casera. Se conservan en la nevera en un recipiente de tapa hermética hasta por 6 días. Se pueden comer frías o calentándolas un poco en una plancha o sarten sin grasa.
INGREDIENTES
filetes de sardina
harina de maíz precocida
avena en hojuelas
coco rallado
cúrcuma en polvo
sal y pimienta negra
jengibre seco en polvo o fresco bien ralladito La cantidad de los ingredientes para este empanizado va a depender de cuantos filetes de sardinas tengamos. Yo suelo conseguir unas bandejas de filetes congelados que traen aproximadamente unos 700 gr . Vienen sin espinazo pero tienen las escamas, así que me toca ponerme con un cuchillo ligeramente serrado a retirarlas. Si ustedes las consiguen sin escamas, ¡mucho mejor!
Entonces, para esa cantidad de filetes, uso aproximadamente 1/3 de taza de harina de maíz precocida, unas 3 cucharadas de avena en hojuelas, 1/4 de taza de coco rallado, 1/2 cdta de cúrcuma en polvo, 1/2 cdta de jengibre, una buena pizca de sal y pimienta negra. Se mezcla todo y se coloca en un plato. Se toman los filetes ya limpios y se pasan por el empanizado, solo por el lado de la carne, hasta que queden bien cubiertos.
Se engrasa muy bien una bandeja de horno y se colocan los filetes con la piel hacia la bandeja. Se hornean a 180°C hasta que estén doraditos y al tocarlos sintamos que están firmes y el empanizado crujiente.