Hoy viernes os sugerimos un sencillo bizcocho con un toque de almendra que se hace en poco tiempo y queda riquísimo y esponjoso. A mí lo que más me gusta es la superficie ya que le ponemos azúcar con canela y le dá un toque diferente al bizcocho. Esperamos que os animéis a hacerlo y os guste tanto como a nosotras!
INGREDIENTES
125 gr. de harina
115 gr. de azúcar
125 ml. de leche
125 ml. de aceite de girasol
1 huevo grande
1 cucharada de almendra molida
½ sobre de levadura
Mantequilla para untar el molde o aceite
Azúcar y canela para espolvorear (al gusto, unas 3 cucharaditas de azúcar)
PREPARACIÓN
1º Batimos el huevo en un bol y añadimos el azúcar, mezclamos bien hasta integrar. Vertemos la leche y el aceite de girasol y mezclamos. Añadimos la levadura y la harina tamizada y mezclamos bien hasta obtener una crema homogénea sin grumos
2º Añadimos la cucharada de almendra (Si queremos poner más almendra, tendremos que quitar cantidad de harina) y mezclamos bien para que se integre con la masa anterior
3º Ponemos papel sulfurizado en la base del molde y engrasamos las paredes con mantequilla o aceite. Vertemos la mezcla en el molde. En un vasito mezclamos el azúcar y la canela al gusto, mezclamos bien para que el azúcar coge el color y sabor de la canela y espolvoreamos después por encima de la masa
4º Metemos al horno precalentado a 180º durante 25-30 minutos (según cada horno, pinchamos con una aguja o cuchillo para comprobar que esté hecho, tiene que salir seco)
5º Una vez comprobado que nuestro bizcocho está hecho, lo sacamos del horno y lo dejamos templar. Después desmoldamos con cuidado, cortamos en porciones y decoramos como más nos guste. Podemos añadirle sirope de chocolate, helado o crocante de almendras y almendras laminadas como nosotras en esta ocasión
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