Claus Meyer, junto a su socio René Redzepi, ha conseguido 2 estrellas Michelín en su restaurante NOMA, a la vez que ha recibido la valoración de mejor restaurante prácticamente cada año desde el 2010 hasta el 2014.
También es una cara conocida en Dinamarca gracias a su aparición en varios programas de televisión emitidos en dicho país y en otros 130 más.
Pero eso no es todo, porque también ha fundado varias organizaciones que mejoran la vida de algunas personas a través de la comida, como es el caso de algunas cafeterías en las que da una oportunidad a mujeres sin recursos con formación y ayuda. Otra fundación importante es el proyecto Melting Pot, un proyecto social en Nueva York.
Sin duda, es un experto de la cocina nórdica y ha transmitido dichos sabores a otras partes del mundo, como Nueva York, ciudad donde reside actualmente.
La verdad es que hasta la fecha yo no conocía a este chef, pero me ha gustado conocer sus inquietudes por mejorar las cosas desde lo que más el gusta: la cocina. La receta que he elegido para el reto es una tostada muy sencilla de hacer y que a priori no parece nada del otro mundo, pero cuando la pruebas está mejor de lo que imaginabas. En casa nos ha encantado. A mi me recuerda a una especie de panini pero más saludable. Os dejo con la receta y ya me contáis qué os parece
Ingredientes para 4 tostadas grandes
4 tostadas grandes de pan (tipo pan de pagès o de pueblo)
50gr. queso de cabra
puré de calabaza (250gr. calabaza, 12gr. mantequilla, 25ml. vinagre, 1 cucharada de miel, sal y pimienta)
1 cucharada de aceite de oliva
romero, sal y pimienta
Lo primero que haremos es preparar el puré de calabaza. Para ello hervimos la calabaza troceada y pelada en abundante agua. Una vez cocida y escurrida la mezclamos con el resto de ingredientes del puré y lo trituramos bien todo.
Untamos generosamente cada tostada de pan con el puré.
Encima del puré colocamos unas rodajas de rulo de cabra cortadas lo más finito que podamos.
Rociamos un poco de aceite por encima, espolvoreamos romero, sal y pimienta.
Horneamos a máxima potencia en el horno durante 3 o 4 minutos (yo lo he puesto a 230ºC con ventilador).
Una vez está el queso doradito ya lo tenemos listo.
Ya podremos disfrutar de nuestra tostada saludable y sabrosa.
Un toque que le va genial y que en casa nos ha encantado es rociar por encima, en el último momento antes de servir, un poco de miel. ¡Mejora todavía más el resultado en boca!