Estamos en temporada de cuchara y puchero. Y es que la tendencia es clara: se llevan las sopas, los potajes y las cosas calentitas. Acompañados de un buen vino nos harán esperar la primavera con una gran sonrisa. Este año el gran reto de nuestras particulares pasarelas es demostrar a todos los comensales que se sitúan a su alrededor, que los platos de siempre no tienen nada de aburrido. Últimamente parecía que si no habías usado nitrógeno líquido para cocinar tu plato o habías esferificado alguno de los ingredientes, éste no valía nada. Pues se acabó, este año vuelve lo tradicional y es que, ¡lo vintage está de moda!
Además son de lo más agradecido. Si utilizáis buenos ingredientes, les dais tiempo para hacerse a fuego lento (o tiráis de la olla express que es una maravilla) y ponéis un montón de cariño, salen platos de restaurante de 3 estrellas. Un claro ejemplo es el que os traemos hoy: caldereta de salmón. De esta forma además de matar el frío cuidáis vuestro corazón y alimentáis el cerebro a golpe de omega-3. ¡Y además es muy fácil de hacer! No hay excusas para no ponerse manos a la obra. ¿Comenzamos?
Ingredientes...
300g. de salmón fresco.
700g. de patatas.
1/2 cebolla.
1/4 de pimiento rojo.
1 diente de ajo.
5-6 hebras de azafrán.
700ml. de caldo de pescado (puede ser casero o comprado, a vuestro gusto).
Aceite de oliva.
1 hoja de laurel, sal y perejil al gusto.
Con las manos en la masa...
Comenzamos limpiando bien el salmón quitando con cuidado las espinas y la piel. Lo partimos en taquitos y reservamos. Picamos la cebolla y el pimiento rojo en trozos muy pequeños y los pochamos en aceite de oliva.
Pelamos, lavamos y troceamos las patatas. Importante: comenzamos cortándolas y acabamos arrancándolas. De esta forma conseguimos que el caldo espese. Las añadimos a la cebolla junto con el diente de ajo entero (de esta forma después podremos retirarlo) y los tacos de salmón reservados. Les damos una vuelta en la sartén y vertemos el caldo de pescado hasta cubrir el conjunto.
Finalmente, agregamos las hebras de azafrán, el laurel, perejil picado y sal al gusto. Dejamos en la cazuela, a fuego medio-bajo, hasta que las patatas estén perfectamente cocidas (15 minutos aprox.). Para remover, no introduzcáis una cuchara, moved en vaivén el puchero (agarramos por las asas y lo giramos suavemente como el volante de un coche :D). ¡A disfrutar!