Hoy os traigo no solo una receta, si no ideas de cómo organizo mi despensa para tener siempre cosas elaboradas que en un pis pas tengamos listas.
Y uno de los reyes de mi cocina es el caldo de pollo, que elaboro básicamente los fines de semana que estoy en casa, pues soy de las que me gusta hacer las cosas por el método tradicional, tiempo, tiempo y más tiempo que suele ser un gran aliado en la cocina.
Así pues con este caldo saco unos cuatro táperes de caldo que congelo, que o bien utilizamos como sopa, o me sirven para otros guisos o para una paella por ejemplo.
Cómo le echo al caldo un par o tres de pechugas de pollo, aprovecho para hacer una buena tanda de croquetas (me suelen salir más de 50) a las que le añado un poquito de jamón y para el congelador. Os dejo la receta AQUÍ. Yo suelo empaquetarlas de 10 en 10 en papel film (todo debidamente etiquetado, os lo recomiendo para una mejor organización y para no olvidar las fechas en las que lo congeláis).
A mi me va genial tener siempre croquetas congeladas (caseras por supuesto), pues se pueden freír directamente desde el congelador (siempre con mucho cuidado al echarlas en el aceite caliente pues al estar congeladas saltan muchísimo).
Con las verduras las separo todas y hago un puré, que también podemos congelar.
Vaya, ya veis, que tenemos el congelador lleno para unos días, o semanas (en mi caso para casi un mes, que tengo más cosas en él que conste).
Ufff, menudo rollo os acabo de zampar, pero creo que a alguno de vosotros os puede venir bien, sobre todo los que os empezáis a organizar en el hogar.
Vamos a lo que vamos, la receta del caldo.
INGREDIENTES (salen unos dos litros de caldo):2 carcasas de pollo.
2 huesos de caña de ternera.
1 hueso de rodilla de cerdo.
2/3 pechugas de pollo.
1 trozo de nabo.
2/3 chirivías.
7/8 zanahorias.
1 puerro.
1 rama de apio.
Agua.
Sal.
ELABORACIÓN:
Ponemos las carcasas y los huesos en una olla muy grande (cuanto más grande más caldo os saldrá), y cubrimos con agua hasta un centímetro por debajo de donde se nos acaba la olla (es de perogrullo, dos por encima es físicamente imposible, jajaja).
Ponemos a fuego medio y esperamos que empiece a hervir, cuando pase un buen rato (más de media hora), vereis que le sale una espuma negruzca por encima, esta son las impurezas de los huesos, con una espumadera las iremos quitando. Cuando haya pasado aproximadamente una hora, o cuando veáis que ya no salen impurezas, ya la tendremos lista para añadir el resto de ingredientes.
Las pechugas de pollo las añadimos enteras y las verduras partidas a groso modo (por la mitad y poco más, cuanto más grandes mejor para poder luego rescatarlas sin andar como loco en el caldo). Lo añadimos al caldo y si hace falta ponemos más agua (seguramente se habrá evaporado una buena parte con la cocción de los huesos).
Y ahora sólo hay que dejar cocer, a mi me gusta tenerlo como mínimo un par de horas para que tome todo el sabor posible de las verduras y de la carne. A mitad de la cocción lo probáis para añadirle la sal necesaria a vuestro gusto.
Si veis que se evapora mucha agua no hay problema en ir añadiendo más.
Una vez el caldo esté a nuestro gusto, en otra olla pondremos un colador grande, y con ayuda de un cucharón iremos colando el caldo y dejándolo bien limpio.
Si no os apetece liaros tanto cómo os he contado podéis desmenuzar el pollo y las verduras y servirlos con el caldo, y también está riquísimo.
Bueno espero que os haya servido, a mi me está entrando unas ganas de abrir el congelador y sacarme un poco de caldo y unas croquetas, ummmmmmmmmm.
No vemos ... espero que la semana que viene, que ya veis que poquito a poco voy levantando cabeza, si no me podéis seguir por FACEBOOK, TWITTER o INSTAGRAM, que por allí estoy casi casi cada día.
Un beso enorme a todas/os.