500 gr. de harina de trigo
1 vaso de aceite de oliva
1 vaso de vino blanco
1 cucharadita de sal
1 cucharada de pimentón dulce
1 huevo para pintar
Sal gruesa para echar por encima
Se mezclan el aceite y el vino, y se va añadiendo el pimentón, la sal y la harina tamizada poco a poco.
Amasamos con las manos hasta hacer una masa consistente que no se pegue en las manos.
Espolvoreamos un poco de harina encima de una mesa de trabajo y extendemos la masa con un rodillo.
Le vamos dando la forma deseada a nuestros crespillos, o bien cortando la masa con un recipiente o bien a ojo.
Ponemos papel de hornear sobre una bandeja de horno, y vamos colocando nuestra masa cortada sobre ella.
Pinchamos con un tenedor todos y cada uno de ellos, los pintamos con huevo y espolvoreamos sal al gusto.
Metemos al horno a 180º por arriba y por abajo, hasta que estén dorados.
Servimos.