Hacía tiempo que no elaboraba una receta dulce, pero esta vez, como por fin tenía levadura de panadería, me dije: tiene que ser algo de bollería. Así que me decanté por estos croissants de brioche y debo admitir, que me quedaron genial. No pensé que me quedarían tan bonitos, ¡jajajaja!
Voy a dejar ya de autoalagarme, pero no podéis negármelo. ¡Me han quedado tan bien y tan ricos! Se nota que últimamente tengo tiempo de sobra, porque hago las cosas con paciencia, sin prisas y el resultado está siendo mejor de lo deseado.
No sé si alguna vez habéis probado estos croissants de brioche, pero lo cierto es que están riquísimos. Yo los probé por primera vez en mi casa, que los trajo mi madre de una famoso supermercado alemán (guiño, guiño) y no recuerdo bien, si fue porque mi hermana se los recomendó. Lo que sí se, es que estaban de muerte.
INGREDIENTES:
350g de harina de fuerza.
45g de azúcar.
Un huevo.
45g de mantequilla (a temperatura ambiente y en trocitos).
Una pizca de sal.
100ml de leche tibia.
6g de levadura fresca
1º. Fermentamos la levadura fresca en la leche tibia y le agregado dos cucharadas de harina de fuerza y una de azúcar para darle sustancia. Este proceso tardará alrededor de unos 10 minutos, momento en el que la mezcla se esponjará y duplicará su volumen. Después, en un recipiente fusionaremos la harina, el azúcar y la sal con la mezcla de levadura fermentada y la mantequilla. Amasaremos todo hasta que quede bien homogéneo.
2º. Después, dejaremos reposar la masa en un bol (untado con aceite de oliva) y lo tapamos con film transparente un par de horas, hasta que eleve su tamaño. Trascurridas esas horas volvemos a amasar ligeramente la mezcla para quitarle todo el aire. Una vez hecho, la extenderemos con un rodillo haciendo un rectángulo, para que luego podamos cortarla en triángulos y hacer las formas de croissants.
Se llevaría a cabo una segunda fermentación en la receta. En ella el tiempo es un poco ambiguo, todo dependerá de la temperatura ambiente, por lo que no os fijéis en el tiempo, sino en si la masa duplica su volumen o no.
3º. A continuación, dejaremos los croissants reposando unos 30 minutos para que doblen su tamaño. Pasado ese tiempo, batimos un huevo y pintamos los croissants con él, los cuales estarán ya reposando en una bandeja de horno. Finalmente los cocinamos a 180º, por arriba y por abajo, hasta que se doren. Después los dejaremos enfriar en una rejilla para comerlos.
¿Qué os parece? No es nada compleja la receta, pero como todas las elaboraciones que tienen levadura fresca o de panadería, la clave es el tiempo y que las fermentaciones se den siempre. Si en algún momento no se lleva a cabo alguna fermentación, la receta corre peligro.
Tened en cuenta que este dulce es bollería, es decir, que se endurece muy rápidamente. Así que os aconsejo, si no vais a coméroslo todo, congelar aquello que no vayáis a consumir ese día o al siguiente.
Os aconsejo también, si tenéis oportunidad, comer estos croissants de brioche, cortándolos por el medio, tostándolos y echándoles una fina capa de mantequilla o en su defecto, mermelada. ¡ESTÁ RIQUÍSIMO!