La inmensa mayoría de personas somos seres gregarios por naturaleza, necesitamos sentir que pertenecemos a un grupo. Al principio de nuestra vida esa necesidad se satisface en el seno de la propia familia, pero a medida que crecemos nuestro deseo de pertenencia a una comunidad va extendiéndose de manera natural, abriéndose en círculos donde buscamos sentirnos necesarios, apreciados y felices. Círculos que se crean por amistad, por cercanía en el trabajo cotidiano, o simplemente por intereses y/o aficiones comunes. Por eso yo siempre digo que soy afortunada al tener una buena familia “de serie” y otras familias más pequeñas, pero no por ello menos importantes, que me he ido encontrando por la vida. A una de estas “otras pequeñas familias” hace tiempo que les debía una de mis recetas dedicadas y he pensado que esta era la ocasión perfecta para hacerlo, ahora que estoy a punto de iniciar mi particular “cerrado por vacaciones” y escaparme a mi bosque encantado
Los que me conocéis sabéis de mi adoración por el teatro, una actividad de la que no sería capaz de prescindir porque es un lujo poder vestirte con otra piel y vivir otras vidas (aunque sólo sea por un instante), las de tus personajes. Hace unos días cambiábamos el ensayo de cada lunes por una mesa redonda repleta de exquisiteces, para poner el broche a la temporada y despedirnos hasta septiembre. Fue una velada entrañable, de risas cómplices y verdadera camaradería. Una cena como yo llamo, “de traje”… (yo traje esto, yo traje lo otro), en la que cada cual aportó un manjar de su cosecha y su humor particular En el reparto, a mi me tocó ocuparme de uno de los postres… que raro! Les preparé con esmero este flan de coco que fue acogido con aplausos y elogios, lo que me llenó de “orgullo y satisfacción”, vamos que me sentí como una reina!
La receta es, como siempre, sencilla a más no poder y delicioso el resultado. Aquí os dejo la lista de los ingredientes:
4 huevos
370 ml de leche condensada
1/2 l de leche
Coco rallado a vuestro gusto (yo le eché, más o menos, medio paquete del que veis en la foto, lo que vienen siendo unos 60g)
Caramelo líquido para cubrir la base del molde
Nata montada (crema de leche), unas hojitas de menta y algún fruto rojo para decorar (en mi caso, frambuesas)
La preparación no puede ser más sencilla:
Batimos los huevos en un bol y añadimos la leche. Seguimos batiendo y agregamos la leche condensada y el coco rallado hasta conseguir una mezcla homogénea.
Caramelizamos el molde que vayamos a utilizar y volcamos con cuidado la mezcla en él. Horneamos a baño maría, a 200º, durante 30/40 minutos. El tiempo dependerá de cada horno, pero podemos comprobar que está hecho pinchando en el centro con un palillo, si sale limpio lo tendremos listo. Dejamos enfriar por completo y lo llevamos a la nevera hasta el momento de servir.
Desmoldamos y decoramos con la nata montada (crema de leche), las hojas de menta y las frambuesas.
Fácil, vistoso y muy rico!
Dedicada a “mi familia” de Agarimo Teatro, por su afecto y su amistad. Por acogerme entre sus filas hace ya más de cinco años. Por los buenos ratos y por los regulares también. Por las alegrías y las penas compartidas. Por los nervios entre bastidores y los triunfos y los desastres en el escenario. Por las cervecitas de los lunes después el ensayo. Porque somos una piña y yo me siento un piñón feliz a su lado. Gracias “tropa”, sois geniales!
Y ahora sí, me desconecto en 3…2…1…
Disfrutad y sed felices resalaos! nos vemos en septiembre