Aunque tengo que decir, que en mi casa, legumbres comemos todo el año, incluso en verano, bien sean guisadas o en ensaladas, para mi no tienen estación.
La receta de hoy es muy especial por la calidad de sus ingredientes, sobre todo de los garbanzos, ya que son de Fuentesaúco, de donde se dice que son únicos en todo el mundo, y además tienen indicación geográfica protegida de la provincia de Zamora, en la comunidad autónoma de Castilla y León. Estos garbanzos los compré en el mismo Fuentesaúco durante un viaje que hice recorriendo Castilla y León. Paramos para comer, y disfrutamos tanto del guiso de garbanzos que nos sacaron, que hablando con el dueño del restaurante le comenté lo tiernos y sabrosos que estaban, y fue cuando me dijo que ese era el pueblo de los mejores del mundo, le compré un kilo para probarlos, y os aseguro que es cierto.....
Estos garbanzos son de un tamaño medio a grande, de un color claro y cremoso.
Los he cocinado de diferentes maneras y siempre se mantienen íntegros y enteros durante la cocción, para deshacerse luego en la boca y dejar un sabor increíble cuando te los comes.
Hoy los vamos a preparar de una manera sencilla y tradicional, con pocos ingredientes, pero quedando un plato delicioso, muy nutritivo y rico en proteínas.
Si te gustan los garbanzos tanto como a mi, puedes probarlos preparados de otras maneras, como pueden ser los Garbanzos carmelitas picantes, los Garbanzos con compango, los Garbanzos con espinacas y huevo, o una Ensalada templada de garbanzos y zanahoria.
Ingredientes: (para unas 5 o 6 personas)
400g. de garbanzos de Fuentesaúco.
150g. de chorizo.(el mío asturiano)
100g. de tocino fresco.
2 dientes de ajo.
1 cebolla pequeña.
2 tomates maduros.(o tomate triturado)
Hebras de azafrán.
2 huevos.
Aceite de oliva virgen.
1 cucharada de harina.
1 cucharada de perejil picado.
1 hoja de laurel.
Sal.
Modo de hacerlo:
Lo primero que debes hacer es poner los garbanzos en remojo la noche de antes, o al menos 12 horas, ponlos en agua con sal.
Calienta abundante agua en una olla, cuando empiece a hervir, escurre los garbanzos del agua de remojo y añádelos a la cazuela.
Desespuma cuando veas que hay bastante espuma, y añade el chorizo, el tocino y el laurel, deja que cuezan hasta que estén tiernos.
Cuece los huevos en agua hirviendo con sal, durante unos 10 minutos, refresca en agua fría, pélalos y córtalos en trocitos no muy pequeños.
Pela y pica muy fino los dientes de ajo y la cebolla, ralla el tomate.
Pon una sartén al fuego con aceite y echa los ajos picados, cuando empiecen a dorarse echa la cebolla,sazona y rehoga a fuego lento 10 minutos.
Añade la harina, remueve y rehoga para que que pierda el sabor, añade el tomate, y deja que cueza todo 10 minutos más.
Saca de la olla unos cuantos garbanzos y ponlos en un mortero, añade el perejil y el azafrán, machaca y añade un poco del caldo de la olla.
Echa a la olla con los garbanzos el refrito de la sartén y la picada del mortero, remueve para que se mezclen los sabores.
Corta el tocino y el chorizo en rodajas, y añádelos a la olla de garbanzos.
Añade también los trocitos de huevo cocido, remueve con cuidado y sirve.
Caliente, reposado o frío......este guiso está delicioso!!!
Espero que te guste.