Me entusiasma la cocina magrebí. No sólo por sus ingredientes, sus sabores y su aroma único determinado por las especias. Es su color el que también colma mis sentidos.
Las albóndigas o bolitas de carne picada de ternera o cordero llamadas keftas o koftas son originarias de la cocina de Oriente Medio, la India o los Balcanes.
Esta receta os va a encantar pues lleva tomate triturado muy especiado y se acompaña con huevos escalfados en la misma salsa. Sólo tenéis que pertrecharos con una hermosa barra de pan (si es pan árabe, mejor que mejor) y preparaos para degustar un platazo árabe de primera.
Para 4 personas:
600 g de carne de ternera picada
1 diente de ajo
1 huevo batido
1 cucharadita de comino
harina
aceite de oliva
sal y pimienta
600 g de tomate triturado
2 cucharaditas de harissa (como no tenía, añadí especias Tagine o podéis usar Ras Al Hanout)
2 cucharaditas de pimentón dulce
2 cucharaditas de azúcar
4 huevos
perejil fresco picado
Se mezcla la carne con el huevo batido, el comino molido y el diente de ajo picado y se deja reposar 10 minutos en la nevera.
Se forman las albóndigas haciendo bolitas con las manos y pasándolas por harina de trigo. Se fríen las albóndigas en una sartén con aceite caliente:
Se reservan las albóndigas fritas.
A continuación, se pone en una cazuela el tomate triturado, las dos cucharaditas de harissa (pica mucho) o las especias ras el hanout, el pimentón y un poco de aceite de oliva.
Se deja coccer a fuego medio unos 15 minutos, removiendo de vez en cuando. Yo añadí un par de cucharaditas de azúcar, pues me sabía muy ácido el tomate y me gusta más dulce, pero a vuestro gusto.
Se vierte la salsa de tomate sobre las albóndigas y se mueve un poco para que se mezcle bien. Se cascan los cuatro huevos y se tapa la cazuela. Se deja unos 5 minutos, para que se haga la clara y la yema quede líquida.
Se sirve inmediatamente con perejil fresco picado espolvoreado por encima.
Yo lo acompañé con un vino de la Ribera del Duero de Pesquera