La moussaka es uno de los platos griegos más conocidos, junto al gyros y el souvlaki.
Nadie sabe cuál es el origen de la moussaka, pero parece que su receta ya aparece en un libro de cocina árabe del siglo XIII, conocido como el libro de cocina de Bagdad (The Book of Dishes (Kitaab Al-oTabaikh) como consecuencia de la llegada de la berenjena. Los árabes creen que esta receta es la de un plato antepasado de la moussaka, aunque los mismos árabes, especialmente en el Líbano, piensan que el plato es un plato griego.
De todos modos, parece probable que la moussaka griega tenga orígenes árabes y esté relacionada con el musakhkhan levantino (un plato que se come en Palestina, normalmente con las manos, y que literalmente significa “algo que se calienta“) y que la palabra moussaka tal vez se derive de esta palabra árabe.
En 1920, bajo la ocupación otomana, Nikos Tselementes, un chef griego nacido en Constantinopla y educado en Francia, conocido por la modernización de la cocina griega, decidió “limpiar” la cocina griega de cualquier influencia turca. A la moussaka le añadió salsa bechamel francesa en un intento de europeizar el plato. Así que el moussaka que hoy conocemos es una versión europea modernizada de un plato de origen árabe, introducido en Grecia a través de Turquía. ¿Quién sabe?
Actualmente hay muchas versiones de este plato, algunas de las cuales emplean el uso de otras verduras, como el calabacín. La receta que sigue no está preparada con bechamel sino con una salsa de yogur y queso que aligera el plato al no llevar harina.
Moussaka
Dificultad: fácil
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Ingredientes
2 berenjenas
2 patatas medianas
450 gramos de carne de cordero picada
1 cebolla
1 zanahoria
3 tomates maduros pelados
125 ml de vino tinto
1/2 vaso de caldo de carne o de pollo
75 gramos de queso rallado para gratinar
Tomillo, pimienta, canela y sal
1 huevo
1 yogur griego
50 gramos de queso feta
Preparación
Lavad y cortad las patatas en rodajas de 1 cm y freídlas hasta que estén doradas. Reservadlas.
Pelad y cortad las berenjenas a lo largo. Freídlas ligeramente y reservadlas.
Picad la zanahoria y la cebolla en brunoise y rehogadlo. Cuando veáis que se empieza a dorar añadid la carne picada y cocinadlo todo junto unos 5 minutos más y en ese momento verted el vino y el caldo y lo dejáis reducir. Añadid entonces el tomate picado y lo dejáis que se cocine hasta que haya evaporado la humedad por completo y haya perdido la acidez. Al final añadís la canela y el tomillo para aromatizar y la sal.
Preparad mientras tanto la salsa de yogur. En un bol ponéis el huevo batido, el yogur, y el queso machacado y mezcláis bien.
En un molde poned una capa de patatas, una de berenjenas y una de carne. Luego otra vez una capa de berenjenas y otra de carne. Cubridlo con la salsa de yogur y queso y espolvoreadlo con el queso rallado. Lo metéis al horno precalentado a 190 º durante unos 15 minutos y luego lo gratináis a 220º.
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