Recién aterrizada de Grecia, viernes 18:30, me fui a casa, beso pa los niños, beso pal marido,dejo maleta y pal Mercadona directa a por berenjenas!
Me voy a quedar yo con antojo de Musaka! Anda ya! Y menos se va a quedar mi compi y amiga Mariangeles a la que le prometí receta inmediata! (Llego con semanita y pico de retraso, pero llego)
Esta receta me la enseñaron hace un montón de años en un curso de cocina internacional, cuando tenía tiempo de hacer cursos... La verdad que la había hecho solo un par de veces desde entonces y recordaba que era una receta riquísima, así que directamente es la que decidí hacer.
¡Os dejo la receta por si os animáis a dar una vuelta gastronómica por Grecia!
INGREDIENTES
3 berenjenas grandes
300 grs de carne picada (normalmente se hace con Cordero, pero yo la hago con 1/2 cerdo y 1/2 ternera)
2 tomates
1 cebolla grande
1 diente de ajo
1 hoja de laurel pequeña
1 tacita pequeña de harina de trigo
1 tacita pequeña de aceite de oliva
6 tacitas pequeñas de leche entera (la cantidad es un poco según veáis que necesitáis)
2 huevos
Sal
Pimienta
Nuez moscada
Queso especial para gratinar
PREPARACIÓN
Cortamos las berenjenas una vez lavadas en rodajas de 1 cm de grosor más o menos y desechamos los extremos. Las vamos poniendo en capas en una bandeja, capa de berenjenas, espolvoreamos sal por encima, capa de berenjenas y así hasta terminar. Las dejamos que suden ( vereis que sueltan líquido) durante 1/2 hora. Aclaramos, secamos y reservamos.
Mientras sudan las berenjenas, picamos la cebolla muy menuda y la ponemos a pochar muy suave en aceite (solo cantidad de aceite que cubra el fondo de la sartén) hasta que la cebolla esté transparente. Calcular más o menos 20 minutos, añadimos la carne picada y dejamos freír otros 10 minutos más.
Ponemos a hervir una cacerola con agua, y echamos los tomates, en cuanto veáis que se empieza a separar la piel, los quitamos del fuego, los pasamos por agua fría y los pelamos.
Incorporamos los tomates pelados y troceados a la carne, añadimos el ajo picado muy fino, la hoja de laurel coartada en trocitos muy muy pequeños, un poco de sal, un poco de pimienta, y dejamos a fuego medio (el 4 de 9) durante 1 hora.
Mientras tanto, una vez escurridas y secas las berenjenas, las pasamos por harina y las vamos friendo en tandas. No pongáis mucho aceite en la sartén, y tendréis que ir añadiendo más aceite según absorban las berenjenas. ( otra opción más saludable sería hacerlas a la plancha o al horno, eso sí, acordaros de no rebozarlas en harina). Según las vais sacando de la sartén, las ponéis sobre papel de cocina para que absorba la máxima cantidad de aceite.
Untamos una fuente para horno de mantequilla, y vamos colocando capa de berenjenas, capa de carne, capa de berenjenas, capa de carne, así hasta que terminéis con todas.
Ahora hacemos una besamel. En una sartén ponemos a calentar el aceite, añadimos la harina y removemos bien (yo lo hago con un tenedor) y vamos poco a poco incorporando la leche sin dejar de remover hasta que veíais que tiene la consistencia que queréis.
Añadimos ahora los huevos batidos y dejamos cocer todo 5 minutos. Echamos un poco de sal, de pimienta y de nuez moscada.
Cubrimos las berenjenas y la carne con la besamel, espolvoreamos con queso rallado y metemos a horno 200º con gratinados durante 20 minutos más o menos.
Lo servimos en cuadrados como la lasaña, y si os sobra, lo podéis congelar para otro día!