Sí, se que en Enero toca publicar cremas calientes que pega más. Pero no nos podemos olvidar de las ensaladas en este difícil mes en que al menos yo tengo cara de roscón de Reyes.
Hay que compensar las comilonas con comidas ligeritas, al menos durante unas semanas. Y no me negaréis que esta ensalada no es resultona, además de original por su mezcla de sabores.
A mí particularmente me gusta mucho, ya que es una mezcla muy curiosa y una manera de comer el bacalao en frío que a mí me encanta. Me recuerda a la esqueixada de bacalao que es uno de mis platos favoritos, el crujiente de las verduras, la ternura del bacalao... y todo ello con un buen aceite de oliva virgen.
Este plato de origen mozárabe es fácil, rápido y de un día para otro todavía está más rico.
INGREDIENTES
250 gr de bacalao salado desmigado
1/2 cebolla morada
Aceitunas de Aragón
1 naranja grande
2 huevos duros
Sal, pimienta, aceite de oliva virgen extra, vinagre de vino blanco
ELABORACION
Desalamos el bacalao 1 día antes. Para ello lo ponemos en agua fría en la nevera y cambiamos el agua 2 veces, cada 12 horas.
Pasado el tiempo de desalado escurrimos, cortamos a trocitos de nuestro agrado y reservamos.
Cortamos la cebolla en rodajas y la dejamos en vinagre durante 1/2 hora.
Cocemos 2 huevos en agua, durante 10 minutos desde que empieza la ebullición.
Pelamos la naranja sin dejar parte blanca y cortameos en rodajas.
Para montar la ensalada, colocamos las rodajas, el bacalao, la cebolla escurrida del vinagre, los huevos en cuartos y las aceitunas.
Salpimentamos y rociamos con AOVE. El toque de vinagre ya lo aporta la cebolla.
A disfrutar.
Marina