El remojón granadino es una ensalada mozárabe de naranja, cebolleta y bacalao, a la que también se le puede añadir huevo duro y aceitunas negras.
Se remonta a la edad media y es de origen andalusí, de ahí que sea tan común en las provincias de Granada, Almería, Málaga y Jaén. Era una ensalada muy típica de invierno, temporada de naranjas, rica en vitamina C e ideal para los resfriados. Y es que nuestros antepasados eran muy listos.
Aun así, esta ensalada tiene sus variaciones en función de la zona donde la comas. Por ejemplo, en la Apujarra granaina y almeriense se come el bacalao salao en crudo, sin cocinar. Aunque yo prefiero cocinarlo un poco. Los malagueños dicen que esta ensalada es suya y en Córdoba la he visto hasta con patata cocida. La cebolleta le da un punto muy fresco y la mezcla de dulce y salado es interesante. Sea como sea, es una ensalada muy rica, refrescante y sanísima.
Cuidado con las aceitunas negras porque pueden contener lactosa. Si os fijáis bien, entre los ingredientes puede aparecer (es muy común) el aditivo E-585 (lactato ferroso) o ácido láctico, que si bien no llevan lactosa, al ser aditivos de origen lácteo, han podido sufrir una contaminación cruzada, así que tenemos que comprobar con cada fabricante o mirando bien las etiquetas que especifique que no tiene lactosa.
En el video vamos a aprender a desalar el bacalao (si lo hemos comprado salado). Es muy sencillo. Para desalar el bacalao primero lo pasamos debajo del grifo para quitarle el exceso de sal. Después lo sumergimos en un bol con agua y lo dejamos dos días en la nevera, cambiándole el agua cada doce horas. Es decir, tenemos que cambiar el agua cuatro veces. Por la noche y por la mañana, por ejemplo. Aunque también dependerá del tamaño del bacalao.
También vamos a aprender en la videoreceta a cortar el huevo en mitades y cuartos perfectos con la ayuda de un hilo bien tensado jeje.
Espero que disfrutéis muchísimo de esta receta y que este invierno la gripe y los resfriados pasen de largo :)