Si alguno de vosotr@s estáis pensando que no os gusta el ajo, tranquilos, el sabor a este ingrediente pasa desapercibido así que os animo a todos a prepararla porque, estoy segura, que os encantará.
Además gracias a los picatostes, esta sopa tiene una gracia especial por el toque crujiente que éstos le dan.
Ingredientes para 4 personas:
.3 rebanadas de pan de un dedo de grosor del día anterior
.1 trozo de pan del día anterior
.1 cebolla grande
.6 dientes de ajo grandes
.1 puñado de almendras fritas
.1 litro de caldo de pollo
.2 huevos
.Perejil
.2 ó 3 cucharadas de tomate rallado
.Sal
.Aceite de oliva
Elaboración
En una sartén, poner aceite de oliva a calentar. Freír las 3 rebanadas de pan y reservar sobre papel de cocina. Con el trozo de pan, hacer unos picatostes y freírlos también. Reservar.
En ese mismo aceite, freír 5 dientes de ajo partidos en dos o tres trozos. Reservar.
En una olla poner un chorrito de aceite y poner a pochar la cebolla y el ajo que quedaba, partidos en trocitos pequeños. Ponerle un poco de sal.
Cuando la cebolla esté pochada, incorporar el tomate rallado y dejar unos minutos. Después incorporar los huevos, romperlos y mezclar bien. Cuando los huevos se hayan cocinado, poner el caldo de pollo y dejar a fuego medio.
Mientras la sopa se va haciendo, poner en el mortero las tres rebanadas de pan fritas junto a los ajos y las almendras fritas peladas. Machacar muy bien. Añadir a la sopa.
Dejar todo junto que cueza un ratito para que se mezclen los sabores.
Ahora sólo queda servir la sopa con los picatostes y un poquito de perejil picado.
*Si en algún momento queréis hacer la sopa y no tenéis caldo de pollo, podéis utilizar agua y una pastilla de avecrem.