Para este plato hemos ideado un crumble algo especial. LLeva base de cereales de maíz y el especial sabor del ajo negro.
Ingredientes:
2 solomillos de cerdo ibérico.
Copos de maíz tostado.
1 cucharada de pan rallado.
3 ajos negros.
2 cucharadas de mantequilla.
Sal y pimienta.
Aceite de oliva.
Trigo tierno.
Comenzamos limpiando de tejido conjuntivo y exceso de grasa nuestros solomillos de cerdo ibérico.
Los ponemos en una plancha o parrilla con unas cucharadas de aceite de oliva a fuego fuerte y les vamos dando vueltas para marcarlos por todos los lados. Deben quedar dorados por fuera pero crudos por dentro.
Mientras se marcan los solomillos hacemos el crumble. Ponemos en un cuenco 1 cucharada de pan rallado, 4 cucharadas de copos de maíz tostados (que no sean azucarados) y 3 ajos negros. Con un tenedor machacamos el conjunto hasta obtener una masa bien mezclada y con textura de miga de pan. Reservamos.
Cuando los solomillos estén marcados por todos los lados hacemos tacos. Saldrán de 3 a 5 tacos por solomillo, dependiendo del tamaño. Nosotros hacemos algunos planos y otros inclinados para que queden más bonitos. Les cuadramos los bordes para que asienten bien y los vamos colocando en una fuente de horno en la que habremos puesto unas gotas de aceite. Salpimentamos y sobre cada taco de solomillo añadimos una cucharada o dos del crumbre de ajo negro.
Introducimos los solomillos en el horno a 180 º C durante 8 o 10 minutos. En ese tiempo el crumble se cocinará y quedará bien crujiente y los solomillos terminarán de hacerse para que estén en su punto.
En el tiempo que tenemos en el horno los solomillos, coceremos el trigo tierno siguiendo las instrucciones del fabricante que vienen en el paquete.
Servimos el solomillo sobre una cama de trigo tierno, una estupenda guarnición para muchos platos, que habremos salpimentado y rociado con un hilito de aceite de oliva.
Fuente: este post proviene de Cocina sin Carné, donde puedes consultar el contenido original.
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