¡Hoy he pensé! me apetece hacer una tarta de queso, pero no quería la tradicional y pensado, se me ocurrió añadirle un poquito chocolate blanco ¡¡¡ Que a mí me encanta!!!! porque le da un sabor especial y un toque súper cremoso.
Vamos por cambiar un poco. El resultado una tarta de textura firme y muy esponjosa, que os aguanta varios días en el frigorífico y si queréis la podéis congelar. Eso sí, sacarla un ratito antes de comer.
INGREDIENTES PARA LA BASE
200 g de galletas tipo disgestive
70 g de mantequilla
INGREDIENTES PARA LA CREMA
690 g de queso crema
375 g de gotas de chocolate blanco
120 ml de nata (crema de leche) al 35% M.G.
3 huevos
110 g de azúcar
12 ml de extracto de vainilla
15 ml de zumo de limón
PREPARACÓN
Precalentar el horno a 160ºC
Triturar las galletas muy bien añadir la mantequilla derretida hacer una pasta.
Ponerla sobre la base del molde y aplanarla muy bien. Yo utilizo un vaso porque, queda más uniforme y más compacta.
Meterla en el frigo mientras hacéis la masa para que se endurezca.
Poner la nata (crema de leche) en un cazo al fuego, a hervir, en el momento de ebullición retirar del fuego y añadir el chocolate, mezclar bien hasta que se disuelva todo el chocolate y no queden grumos, si es necesario se puede poner a fuego muy suave para que se termine de integrar todo el chocolate, sin dejar de remover.
A continuación, mezclar el azúcar junto con el queso con una cucharada de madera hasta que se quede una mezcla suave y sin grumos. Ir añadiendo los huevos de uno en uno, mezclar.
Añadir la mezcla de queso, la vainilla y el zumo de limón, mezclar suavemente hasta que se mezcle todo, no batir demasiado.
Verter la mezcla en el molde,
Meter al horno durante 60 minutos depende del horno, pinchar para ver si esta.
Una vez horneado dejar la tarta dentro del horno unos minutos para que se enfrie un poco, sacar demoldar y meter en el frigoríco hasta que este bien fria.
Servir espolvoreada con azúcar o con la cobertura que os guste, Puede ser algún tipo de confitura.