Al final, aunque no es un género de cine que me guste, me decidí por "Marcelino, Pan y Vino". ¿Por qué? Pues porque lo que me inspiró, me recordaba tanto a mi abuela, que no me pude resistir... Cuando éramos niños, y era algo tomado como normal, una de nuestras meriendas preferidas, preparadas por ella, era un trozo de pan con vino y azúcar... sí, como lo oís. También hacía unas torrijas impresionantes, al igual que leche merengada casera que, fresquita, estaba de impresión en esos días calurosos de verano.
Leer la receta completaGracias por entrar en mi cocina