Solomillo de cerdo en salsa de jamón serrano
Un plato genial para celebraciones o reuniones familiares o con amigos, este solomillo de cerdo en salsa de jamón serrano se va a convertir en un fijo en tu recetario para ocasiones especiales, ¡ya lo verás!
Eso es lo que le paso a una compañera de trabajo, Roser, digo su nombre porque siempre me lo pide Desde que Roser conoció esta receta me explica que la prepara muchísimo cuando tiene un compromiso y que es genial, queda riquísima, gusta a todos, es muy sencilla de hacer, no da trabajo y encima se puede dejar casi hecha con antelación, ¡Prefecta! Y ya te digo yo que Roser tiene toda la razón, es una receta fabulosa.
Yo la he acompañado con un poco de arroz hervido y salteado con ajos y perejil y también con champiñones salteados, queda muy rico, otra combinación que también queda muy bien y es muy sencilla es un poco de pasta fresca cocida, o unas patatitas y un poco de verdura mni escaldada o hervida al dente. ¿Con que lo acompañarías tu?
Solomillo de cerdo en salsa de jamón serrano, ingredientes:
2 solomillos de cerdo enteros
150 gr de jamón serrano de buena calidad
300 ml de nata (crema de leche) para cocinar
2 ajos, sal y pimienta negra recién molida
Aceite virgen extra y perejil para decorar
Solomillo de cerdo en salsa de jamón serrano, preparación:
Picamos los ajos y reservamos. Picamos también el jamón serrano y el perejil, reservamos por separado.
Calentamos aceite de oliva en una sartén amplia y doramos en él los solomillos por todos los lados. Con el fuego bastante alto para que queden dorados por fuera y bastante crudos por dentro. Reservamos.
En la misma sartén ponemos a dorar los ajos y, antes de que cojan color, añadimos el jamón picado. Damos unas vueltas a todo junto y añadimos la nata (crema de leche) para cocinar. Dejamos que se cocine la salsa removiendo de vez en cuando, en cuanto arranque a hervir la tendremos en un par de minutos. No hay que dejarla hervir mucho pues espesaría demasiado.
Cortamos los filetes que teníamos marcados en medallones de un par de dedos de grosor aproximadamente y los añadimos a la salsa bien caliente. Si te gusta la carne poco hecha ya estaría, con el calor de la salsa se acabará de cocinar la carne. Si la prefieres más hecha puedes dejar la carne con la salsa al fuego un minuto más o dos. No te pases de cocción pues enseguida queda seca y pierde mucho. Sirve inmediatamente con un poco de perejil picado espolvoreado por encima.
Este plato es muy práctico para cuando tienes invitados pues puedes tener la salsa hecha y la carne marcada y así en el último minuto solo te quedará acabar el plato en un pim pam.
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