Han sido unos meses intensos y con poco tiempo para cocinar en condiciones, así que aproveché las vacaciones de verano para hacer algo en la cocina y en familia. (Vamos, que lo ha hecho mi madre mientras yo le leía las instrucciones de la receta e iba haciendo fotos del proceso).
He de decir que esta receta está sacada de un libro de cocina catalana que me regalaron por mi cumpleaños, y que esta masa según se fría o se hornee, se corte por la mitad o se rellene, al resultado se le llama de manera diferente. Así que aunque inicialmente ponga que son buñuelos, en realidad son otra cosa, pero no sé cuál porque hay varios nombres. Quien lo sepa, ¡que me ilumine!
¡Empezamos!
Vamos a ponernos a medir ingredientes como si no hubiera un mañana.
250 ml de leche o agua, en nuestro caso leche entera.
Chorrete de leche en acción
125 gramos de harina.
Ese medidor creo que tiene más años que yo
Como en el medidor no están marcados los 125 gramos, por si acaso usamos una báscula para asegurarnos.
Mantequilla por un tubo, parece que hay un porrón y luego sólo son 100 gramos.
100 gramos clavados
Azúcar, 10 gramos.
Yo pensaba que iba a ocupar bastante menos, pero ahí está la mini montañita.
Ahora empieza la acción.
Ponemos en un cazo (en mi casa cazuela grande de toda la vida) la leche, la mantequilla, el azúcar, una pizca de sal, un poco de canela en polvo y una pizca de polvo de vainilla.
Remueve que te remueve a fuego lento hasta que empiece a hervir.
Y luego así sin pensar, se le echa toda la harina de golpe y se remueve intensamente y con ganas con unas varillas. Todo esto así vivamente hasta que la masa sea toda igual y se despegue de la cazuela.
Mi madre luciendo la pulsera de los Campamentos MasterChef
Aún no se ha terminado lo de remover. Retiramos la cazuela del fuego y ahora hay que ir añadiendo uno a uno 4 huevos a la masa. Hasta que la masa no termine de absorber un huevo no se echa el siguiente.
(Aquí es cuando me manché la camiseta de clara de huevo al cascarlos, pero eso no lo documenté.)
Quedará así de bonita después de los 4 huevos.
La harina era un poco mierder y hacía grumos, pero mi madre los fulminó con la lengua de gato
Dejamos reposar durante 15 minutos.
Aquí quedaban 14
Como mi madre es más chula que un ocho, tiene una manga pastelera de plástico. Pero nos dimos cuenta que esto va genial para los churros y no tan bien para los buñuelos. Al final los fue friendo usando dos cucharillas para hacer las bolitas.
Empezamos a freírlas con el aceite al máximo de calor de la vitro, pero no debía de ser suficiente para que se hicieran bien por dentro.
(Atención a la cagarruta/buñuelo de la izquierda, fue el intento con la manga pastelera.)
Bonitos por fuera, crudos por dentro
Intentamos dejarlos freír más rato para que se hicieran bien, pero nada, prácticamente salían quemados.
Quemados y muy aceitosos, caca
Así que con la masa que quedaba los pusimos al horno.
Creo que lo precalentó un ratillo a 180º y luego estuvieron dentro unos 15 minutos. No lo calculé porque los íbamos vigilando.
Horneados bonitos en primer plano, churruscados feos al fondo
Buñuelos, petit choux, profiteroles, lo que sea…
Hay 14, por si no quieres contar
Había que sacarle provecho a la manga pastelera de plástico de alguna manera, así que los rellenamos de natilla de chocolate.
Así de apetitosos quedaron, y lo que nos hinchamos después para merendarlos.
Ya sé que lo suyo es que ponga recetas que he hecho yo, pero le di tanto por saco a mi madre para hacerlos que se merecía el reportaje.
Aquí los ingredientes bien ordenados.
“Datos técnicos” para 6 personas (aunque al final fueron para 3)
250 ml de leche o agua (en nuestro caso leche entera)
125 g de harina
4 huevos
100 g de mantequilla
Canela en polvo
Esencia de vainilla (nos equivocamos y cogimos polvo)
10 g de azúcar
Aceite (aunque esto para el horno pues no)
Sal En la receta también dicen que hay ralladura de limón y azúcar glas, pero luego en los pasos en ningún momento la nombran, supongo que será una errata. Y no les pusimos azúcar glas porque no nos fascina.
Para el relleno recomiendan crema o nata (crema de leche), 200 g de chocolate y almendras picadas. Nosotras por perrería usamos natillas de chocolate.
Disfrutadlos mucho.
Y si lo intentáis, ¡qué aproveche!