Mi abuela me contaba maravillas del puchero. Así, cuando una mujer tenía un niño, su madre era lo primero que ponía en marcha. De esta forma, su hija podría comer contundente y buenos caldos durante la cuarentena. Si había más niños en casa también se le aligeraba el trabajo, pues podía sacar platos diferentes para todos con menos esfuerzo. Un puchero se estiraba mucho y aliviaba la economía del hogar.
En aquellos tiempos de mi abuela, cuando las mujeres enviudaban o perdían a alguien muy allegado, guardaban el luto y durante muchos días no podían salir a la calle. Por este motivo, las vecinas no dudaban llevarle grandes ollas de puchero, para que tuvieran comida largo tiempo sin tener que salir a comprar. Eran otros tiempos...
Hoy seguimos haciendo puchero, con su hierbabuena fresca que nos sabe a "gloria bendita", ese pucherito de mamá que tanto apetece calentito, que reanima el cuerpo y el alma. La receta de hoy tiene mucho que ver con él, pues con la carne he preparado una estupenda empanada que ha quedado deliciosa y apetecible.
La empanada está recién sacada del horno y mientras se enfría, te invito a tomar un vasito de caldo.
Realmente, esta empanada es una receta de aprovechamiento donde empleamos la carne del puchero para elaborar una nueva receta. Estoy segura de que mi amiga Marisa, ya estará haciendo un huequecito en 1+/-100 Desperdicio 0, para colocarla al lado de las magníficas recetas e ideas que todos aportan a este proyecto de reciclaje.
Por mi parte, siempre encantada de participar con lo que puedo y aportar mi granito de arena para que el desperdicio sea 0. Si lo conseguimos entre todos, nuestro planeta y nuestro bolsillo lo agradecerán.
INGREDIENTES PARA LA MASA DE LA EMPANADA
1 huevo
50 g. de agua
50 g. de aceite de oliva
70 g. de mantequilla a temperatura ambiente
50 g. de levadura fresca de panadería
50 g. de vino blanco
1 cucharadita de sal
450 g. de harina de fuerza
1 huevo para pintarPREPARACIÓN DE LA MASA
Pon en el vaso el aceite, la mantequilla, agua, vino y la levadura. Programa 37º, velocidad 2. Añade 1 huevo. Programa 5 segundos, velocidad 4.
Incorpora la harina de fuerza y la sal. Programa 10 segundos, velocidad 6 y después velocidad espiga, vaso cerrado, 3 minutos.
Saca la masa del vaso y deja reposar en un bol, tapada con un paño mientras preparas el relleno.
INGREDIENTES DEL RELLENO CON LA CARNE DEL PUCHERO
verduras y carne del puchero
1 cebolla
1 pimiento verde
1/2 pimiento rojo
1 diente de ajo
2 o 3 cucharadas de tomate frito ( casero mucho mejor)
1 cucharadita de pimentón dulce de la Vera
sal
pimienta en grano (opcional)
AOVEPREPARACIÓN DEL RELLENO
Troceamos la carne sobrante del puchero ( jamón, ternera, pollo ). Escurrimos bien de caldo, también usamos las verduras que hayamos echado al puchero como apio, patatas, zanahorias... Reserva.
Pon a calentar aceite en el fondo de una sartén. Agrega la cebolla y los pimientos picaditos. Cuando estén dorados, añade el diente de ajo laminado.
Espera a que esté todo dorado e incorpora el resto de carnes y verduras.
Remueve un poco, sofríe unos minutos a fuego lento todo, añade el tomate frito y el pimentón. Rectifica de sal y pon unos granos de pimienta al gusto.
Deja que cueza un poco más a fuego lento durante unos 10 minutos, para que quede todo bien integrado.
Reserva.
MONTAJE DE LA EMPANADA
Puedes hacer una empanada grande o dos más pequeñas. Pongo las indicaciones para hacer la grande, si las queréis pequeñas sólo tenéis que volver a dividir.
Divide la masa en dos partes.
Coge una de las partes de la masa, extiéndela sobre un papel de horno con un rodillo y pásala a una bandeja de horno. Cubre con el relleno reservado.
Coge la otra mitad de la masa, extiéndela de la misma forma y ponla encima de todo lo anterior, doblando los bordes hacia arriba.
Haz un agujero en medio de la empanada para que respire .
Píntala con huevo batido. Introduce en el horno precalentado a 180º durante unos 20 minutos hasta que esté dorada. Yo aconsejo estar pendiente porque cada horno es un mundo. El tiempo es siempre orientativo.
Sirve caliente pero si la prefieres templada o fría, seguirá siendo una delicia.