Cuando en su día hicimos y hablamos de los ñoquis decíamos que la base fundamental era la patata junto con la harina y el huevo; que se amasaban y se hervían en agua y sal. Que si se comían tal cual tiraban a sosos por lo que convenía acompañarlos siempre de una buena salsa. En Nápoles a los ñoquis (gnocchi) se les llamaba “estrangulacuras” (strangulapriévete) porque cuentan que había un famoso literato napolitano y célebre glotón, el abad Galiano, que un día comió con voracidad tantos que se atragantó y –se dice- que murió en el acto. Vamos, que pasó a mejor vida aunque, eso sí, bien atiborrado de gnocchi. Como todas las historias que se cuentan por ahí, lo prudente es ponerlas en duda. Sea como sea, no pretendemos que nadie se vaya de este mundo por glotón y menos sin haber probado estos ñoquis de calabaza que hemos acompañado de una salsa boloñesa. Aunque os sepan a gloria, seguís en la tierra.
RECETA
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INGREDIENTES (para 4 personas)
500 g de calabaza.
1 yema de huevo.
150 g de semolina.
150 g de harina, más la que utilicemos para espolvorear el mármol.
Una cucharadita de sal.
1 cucharadita de curry.
Agua y sal para cocer los ñoquis.
Salsa Boloñesa.
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PREPARACIÓN
Pelar y cortar la calabaza en trozos y poner en un recipiente apto para hacer al vapor o en el cestillo de la Thermomix hasta que esté blanda; también se pueden hacer en el horno.
Una vez hecha, poner a enfriar en un colador para que suelte toda su agua.
Aplastar la calabaza con un tenedor, añadir una cucharadita de sal, la yema de huevo, la cucharadita de curry, la semolina y parte de la harina, mezclar todo bien y pasar la masa sobre la superficie de trabajo con la harina restante y mezclar hasta que quede una masa homogénea.
Dividir la masa en 4 trozos con los cuales haremos unos rulos, que cortaremos en trocitos como los que se ven en la foto vertical.
Una vez cortados se pasan por una ñoquera o por el dorso de un tenedor para darles una forma estriada.
Poner una cazuela con agua y sal y cuando esté hirviendo añadir los ñoquis y cuando suban a la superficie contar dos minutos y ya estarán listos.
Servir enseguida acompañados con la salsa boloñesa.
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NOTA:
Si no tenéis semolina podéis hacerlos con 300 g de harina, aunque esta cantidad no es exacta. Dependiendo de la humedad que tenga la calabaza admite más o menos harina.