El garbanzo es una legumbre rica en proteínas, se le consume mucho en la India, siendo una de las principales fuentes de proteínas en este país. Según el Dr. Jorge Pamplona en su libro "Alimentos que curan", el garbanzo es ideal para la mujer y el hombre de hoy, porque posee notables propiedades dietoterápicas tales como que reduce el colesterol, combate el estreñimiento y fortalece el sistema nervioso.
Por si fuera poco, y aunque usted no lo crea, esta humilde legumbre contiene una cantidad importante de proteínas (19,3%), esto es ¡más de lo que aporta la carne y el huevo!, aunque menos que otras legumbres, ¡wow! a comer legumbres se ha dicho. Y no son cualquier proteína, no; las proteínas que aporta el amigo garbanzo (que cuando encontré toda esta información jugosa lo amé aún más), son proteínas completas, es decir; que contienen todos los aminoacidos esenciales y no esenciales, exceptuando uno que contiene en menor proporción, pero ¡vamos! no esta nada mal.
En cuanto al resto de su contenido les cuento que obviamente aporta carbohidratos, pero son carbos complejos, así que todo bien, también aporta fibra y tiene un 6% de contenido de grasas, pero grasas buenas también, que el cuerpo necesita para las funciones vitales como la de formar la pared celular de células nuevas, e inclusive esa grasita buena es una de las responsables de que el amigo garbanzo mejore los niveles de colesterol.
Entonces se preguntaran: Bueno con semejante publicidad que le haces a la bendita legumbre, ¡pues ya quiero probarlo! jajaja, sí así es; pero este cuento no ha acabado aún. No señor (o señora, o señorita, que no quiero ofender jaja), la cuña continúa; y es que el amiguito garbanzo es ¡super económico!. Esto es un alivio para quienes no pueden andar comprando (o preparando en casa) harinas artesanales de almendras o avellanas típicas de una dieta sin gluten, que son mucho más costosas.
¿Que como se hace la harina de garbanzo? Amigas, es muy fácil; incluso más que las harinas de arroz, avellanas, almendras o cualquier otra harina para celiacos. Y bien, aquí va la receta secreta:
Simplemente coloca en un procesador de alimentos (robot de cocina, no licuadora) 500 g de garbanzo seco crudo, directamente del paquete al equipo. No valen los garbanzos que vienen húmedos en lata, tiene que estar SECO. Ahora el siguiente paso es encender tu procesador y tener paciencia.
Les confieso que suena como si el aparato fuera a explotar jaja, yo comencé a hacerlo con "pulsos" porque me daba miedito de lo fuerte que sonaba, casí como una sierra eléctrica de esas que cargaba Jason jaja. Pero a lo que ví que estuvo más o menos trituradito, lo deje en modo continuo hasta que se volvió harina.
Finalmente, es mi consejo que pasen la harina de garbanzos recién procesada por un colador o tamiz para cernirla y eliminar los trocitos de garbanzo que hayan quedado muy grandes. Almacena tu harina en un envase cerrado, seco y refrigerala para mayor durabilidad.
¡Esto es todo amigas! Que tengan un feliz inicio de su vida saludable, que #sisepuede GO!
Besos, Ken.