Algunos no habréis oído hablar de este maravillosos bacalao, pero seguro que lo habéis visto en las pescaderías y no habéis reparado en su nombre.
El skrei es el "bacalao de pata negra". Se trata del bacalao fresco noruego que está en estos días de plena temporada (disponible de enero a abril).
Se pesca en las heladas aguas de las Islas Lofoten en Noruega y cada año los pescadores esperan impacientes la llegada de este bacalao migratorio que recorre miles de kilómetros desde el Mar de Barents hasta las islas citadas, desarrollando durante el largo paseo a contracorriente una carne firme, blanca y apretada que encantará a los amantes del bacalao.
Le pedí a mi pescadero Sergio que me cortara cuatro buenos lomos y dedidí que el horno era la mejor técnica para preparar esta delicia.
Como no tenía en ese momento en casa jamón serrano, utilicé el bacon para la costra, pero con el jamoncito estará aún mejor. Yo lo acompañé con un soufflé de patatas y queso cuya receta podéis ver pinchando aquí
Para 4 personas:
4 lomos de bacalao fresco noruego SKREI
2 dientes de ajo
2 cucharadas almendras crudas troceadas menudas
aceite de oliva virgen extra
3 lonchas finas de bacon
sal y pimientaSe precalienta el horno a 180º C con calor arriba y abajo.
Se pone en una sartén una pizca de aceite de oliva y se sofríen a fuego no muy alto los ajos picados, se añade el bacon muy picado y, por último, las cucharadas de almendras picadas.
Se introducen los lomos de bacalao en una fuente con una pizca de sal y pimienta y un hilo de aceite y se tienen durante 6-8 minutos.
Se sacan del horno, se cubren con la farsa de ajo, almendras y bacon y se introducen de nuevo en el horno. Se mantienen otros 6-8 minutos. Es importante que no se haga mucho el skrei, pues se reseca. Así queda muy jugoso y con punto pescado.
Mirad qué aspecto tan rico tiene su carne blanca y prieta!! Se acompañan con ensalada verde y las patatas soufflé.