La teoría la sé
La vida debería ser color, alegría
Lo veis, sin darme cuenta cambio el tiempo del verbo
Desconozco ciertas palabras, dejaron de formar parte de mi vocabulario hace mucho tiempo
Todas aquellas palabras que denotan vitalidad, optimismo, todas esas han desaparecido
La parte bella de la vida
La media sonrisa en mi cara es efecto de la práctica y de las pastillas
Me miran y me dicen que se me ve mejor
Me gustaría gritarles a la cara que nunca estaré mejor. Qué nunca tendré una vida normal. Que en cuanto salga de esta cama de hospital, volveré a una vida gris y sin sal
Así es mi vida. Es como si a las comidas le quitaras todos los condimentos, todos. Todo hervido. Fuera sal, pimienta, hierbas, salsas. Nada de nada
Y son tantos años así. Estoy tan cansada
¿Qué si me cuesta hacer lo que hago? Si, si, si, si
Me gustaría que mi vida fuera como la de todo el mundo, con sus más y sus menos
Pero la mía es siempre con sus menos, muchos menos, todos menos. Que no puedo cambiar. Mi mente no tiene mecanismos para combatir esos menos
Nada funciona. Nadie me entiende, ni yo misma
Solo quiero acabar con todo
Todos descansaremos, es así de simple y a la vez, tan doloroso. Me desgarro por dentro cada minutos que vivo
Es una enfermedad, si. Para mi solo hay una solución. Irme. Desaparecer
No quiero que nadie piense que no supo ayudarme. No quiero que nadie se crea culpable
No fui afortunada en esta lotería
Así que aunque ahora, en esta cama de hospital, os prometa, os jure, que no lo volveré a hacer, no es verdad
Dejaré que se curen mis muñecas, dejaré que me emboten a medicación y cuando ya no me vigilen, ni me observen como a un ratón de laboratorio, lo haré
Juro que no quiero hacer daño a nadie. Más daño hago ahora con mi tristeza, mis lloros, con mis ansiedades, con esta vida gris que me arrastra y me aplasta y no me deja respirar
Y no, no pretendo llamar la atención, solo pretendo quedarme en un agujero oscuro y profundo, pero eso no me ayudará
Solo puedo desaparecer
Yo soy la primera que me odio por haber fallado otra vez
La próxima, más profundo, más afilado el cuchillo
Con pastillas ya no puedo, ya no me dejar más que las del día
¿Y volar? Tal vez la próxima
Y descansar
Y descansarán
PD El suicidio en España es la primera causa de muerte no natural. El 75% de suicidios se producen en hombres, frente al 25% de mujeres
INGREDIENTES
1 bola de mozzarella de búfala
10 tomate secos en aceite de oliva
2 cucharadas de albahaca seca
200 g de harina
1 sobre de levadura
75 g de parmesano rallado
3 huevos
1 yogur
150 g de mantequilla
Sal
Pimienta
Comino
ELABORACIÓN
Cortar la bola de mozzarella en trozos
Filetear los tomates
Poner la mantequilla unos segundos a derretir en el microondas
En un bol mezclar la harina, la levadura y el parmesano
Reservar
En un bol, batir los huevos
Añadir la mantequilla, el yogur, sal, pimienta, un pizca de comino y la albahaca
Integrar
Añadir la mezcla de harina poco a poco, e ir mezclando con movimientos envolventes
Añadir los tomates y la mozzarella
Mezclar
Preparar la cubeta pulverizando spray desmoldante
Colocar en el fondo papel horno
Verter la masa en la cubeta
Alisar con una cuchara y dar unos golpes encima del mármol para que se asiente la masa y se iguale
Menú Horno 30
Pasado el tiempo del Menú Horno, poner la Tapa Horno dorar al gusto, al pinchar debe salir seco
Sacar la cubeta de la olla
Dejar enfriar dentro de la cubeta
Receta adaptada de la revista Love Cocina nº64 pág.49