No se habían visto nunca y coincidieron en la cocina. Venían de lugares distintos. El bacalao era de Islandia. El aguacate, de Centroamérica. El tomate era de una huerta próxima. Las aceitunas negras, de Aragón. Y la tapenade, que no deja de ser aceituna machacada por la vida, de la Provenza. Constituían un grupo heterogéneo con escasos puntos en común. ¿Para qué les había reunido la cocinera en aquella mesa de trabajo? El bacalao, que era el más salado del grupo, hacía bromas fruto del nerviosismo por no saber qué suerte le esperaba. El aguacate, soso entre los sosos, no entendía su papel en aquella función. "¡Si sólo sirvo para hacer guacamole y en mi vida he cruzado media palabra con un bacalao!", decía tímidamente. La tapenade se reía de la situación. Peor no le podía ir. Siempre había estado machacada. "¡Haré un canelón de bacalao, cariño!", oyeron que decía la cocinera. El grupo se sorprendió. "¿Un canelón? ¿Y con qué pasta?" Se miraron los unos a los otros pero, finalmente, todos los ojos coincidieron en el bacalao que era el único que tenía las carnes suficientemente prietas para ser enrolladas sin romperse. "¡Un canelón de bacalao! ¡Esos humanos están locos!", dijo sorprendido y resignado.
RECETA.
INGREDIENTES (para 4 personas)
Un trozo de morro de bacalao desalado de unos 250 g.
Un aguacate grande o dos pequeños.
Tapenade.
Aceitunas negras de Aragón.
Una lima.
Dos tomates.
Aceite de oliva.
Sal.
Pimienta.
Hierbabuena.
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PREPARACIÓN
Congelar el bacalao crudo para facilitar su posterior corte.
Cortar el bacalao en láminas finas e ir colocándolas una al lado de la otra sobre un trozo de papel film.
Pelar y cortar el aguacate e ir poniéndolo encima de las capas del bacalao, exprimir el zumo de media lima sobre el aguacate.
Hacer una línea de tapenade como se muestra en la fotografía y enrollar el canelón con la ayuda del papel film. Si tienes una esterilla coloca el papel film sobre ella.
Pelar y cortar los tomates en trocitos, salpimentar y colocar encima el canelón partido por la mitad.
Rociar con aceite de oliva y hierbabuena picada y añadir unas aceitunas negras de Aragón.
Hacer dos canelones de 20 cm y cortarlos por la mitad, con lo cual nos quedan cuatro canelones de diez cm. cada uno.