Parece ser que los noodles se consumen en China desde tiempos inmemoriales y desde allí fueron exportados a Japón primero, en el Siglo VI más o menos, y a Europa después. Si, son los ancestros de los espaguetis.
En Japón se han convertido en verdaderos maestros de los noodles y los hacen de trigo o de arroz y de distintos grosores.
Tenemos que investigar un poco este mundillo de los noodles pues no nos quedan claras algunas cosas pero, hoy vamos a cocinar unos fideos de arroz.
Ingredientes:
200 gr. de fideos de arroz.
1 cebolla grande.
2 ajos.
1 pimiento verde.
1 berenjena.
200 gr. de setas variadas.
1 litro de caldo de verduras.
Aceite de oliva y sal.
Orégano y pimienta negra.
Empezamos poniendo en una sartén amplia y honda 3 cucharadas de aceite de oliva. Cuando esté caliente, iremos añadiendo el ajo, la cebolla y el pimiento verde para que se vayan rehogando.
Cortamos la berenjena en dados de 2 centímetros de grosor y la añadimos a la sartén. Dejamos que todo vaya pochando durante 5 minutos.
Añadimos después las setas, en nuestro caso hay parte de bote y parte frescas cogidas en el campo, y el orégano.
Le damos a todo unas vueltas, salpimentamos y añadimos el litro de caldo de verduras.
Cuando el caldo esté bien caliente es el momento de añadir los fideos de arroz. Removemos un poco para evitar que se queden pegados y en bloque y dejamos cocer durante 8 minutos. Hay que respetar el tiempo de cocción que ponga el fabricante en el envase pues hay fideos que se hacen en 2 minutos y otros tardan más. También o además, se puede ir probando hasta que los encontremos a nuestro gusto.
Parecen unos fideos muy frágiles pues tienen poco grosor pero la verdad es que, en cuanto se humedecen, adquieren una elasticidad increíble y no es fácil que se rompan.
Estos fideos absorben una gran cantidad de líquido por lo que si ves que te has quedado corta con el caldo puedes añadir algo de agua bien caliente.
Quedan muy sabrosos pues al absorber tanto caldo quedan bien impregnados de su sabor.
Servimos en platos acompañados por unas hojas verdes. En este caso hemos elegido unas hojas de espinacas tiernas.
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