Como os decía, la mousaka (o musaca) es un plato que tiene su origen en los Balcanes y el Medio Oriente, pero la versión que se ha dado a conocer a nivel mundial a sido la griega. Este plato se caracteriza, como la mayoría de las personas dirían, en ser una lasaña de carne en la que en lugar de pasta, se utilizan láminas de berenjena. Dentro de esto, y como pasa siempre, hay mil versiones y forma de prepararla, modificando el tipo de carne, la salsa, añadiéndole quesos diferentes...
En la receta que tenemos hoy aquí, lo que vamos a modificar es la forma de montar el plato. Lo realizaremos como una lasaña de toda la vida, con la diferencia de utilizar láminas tanto de berenjena como de calabacín, ya que son verduras que vienen perfectas para esta elaboración.
Es un plato realmente exquisito y con mucho sabor, mas incluso me atrevería a decir que una lasaña normal realizada con láminas de pasta, ya que, aunque no sea mucho, pero las verduras le dan un toque mas sabroso que la propia pasta.
Pero para que vosotros podáis dar vuestra opinión y elegir lo que mas os guste, lo primero que tenemos que hacer es comenzar ya con el plato, que pese a ser algo mas elaborado que otros, realmente merece la pena. Ahora con los delantales puestos y a cocinar!
Ingredientes (4 personas):
1 calabacín grande o 2 pequeños
1 berenjena
1 cebolla
2 dientes de ajo
800 gr de carne picada (mixta, de vacuno, de cerdo... la que mas os guste)
2 brick de tomate frito pequeño
Salsa bechamel (ver receta)
Perejil
Hierbabuena
Tomillo
Pimienta
Queso rallado
Sal
Aceite
Preparación:
Primero, lavamos y cortamos en rodajas de 0.5 cm aprox. tanto la berenjena como el calabacín. Las rodajas de berenjena, las echamos sal y las dejamos en un colador para que suelten el amargor. Las dejamos unos minutos, pasamos por agua y secamos. Reservamos.
Picamos muy fina la cebolla y el ajo, y lo pochamos en una olla a fuego medio. Cuando la cebolla comience a estar dorada, subimos un poco el fuego y echamos la carne. Removemos para evitar que se pegue hasta que la carne este ya cocinada.
Salamos y vertemos un brick de tomate frito, removiendo para que se distribuya todo bien.
Echamos los condimentos y dejamos que se unan todos los sabores. Apartamos del fuego y reservamos.
En una plancha, cocinaremos hasta que estén en su punto las rodajas de calabacín y berenjena.
En una fuente, vertemos otro brick de tomate y lo extendemos por toda la superficie. Pondremos una capa con rodajas de calabacín, extenderemos carne sin llegar a los bordes, después, otra capa con láminas de berenjena, a la que volveremos a extender carne encima y finalmente, pondremos la ultima capa de calabacín.
Preparamos la salsa bechamel.
Precalentamos el horno a 220º arriba y abajo.
Vertemos la salsa sobre el preparado, echamos queso rallado por encima y lo llevamos al horno con el gratinador hasta que el queso se funda o se dore, como mas os guste.
Servimos recién sacado del horno.
Y ya hemos acabado. Solo nos queda sentarnos a la mesa y comenzar a disfrutar de este plato que hará las delicias de todos, y en el que hasta los pequeños comerán verduras sin protestar.
Un saludo a tod@s y buen provecho!