Con una gran variedad de platos típicos, Cataluña está considerada como una de las comunidades de España con más tradición culinaria. De hecho, Catalunya cuenta con cocineros conocidos a nivel nacional e internacional como Ferran Adrià, Santi Santamaria i Puig o Jordi Cruz Mas, entre muchos otros. Basada en la dieta mediterránea, la cocina catalana destaca por su perfecta mezcla entre "mar i muntanya" (mar y montaña) que tiene como resultados la elaboración de platos con ingredientes cuidadosamente seleccionados y recolectados en el mar y en el campo.
Si uno pretende elaborar algunos de los platos típicos de Cataluña, no puede prescindir de los principales ingredientes que caracterizan esta gastronomía llena de excitantes experiencias gustativas.
El aceite de oliva, el vino, el trigo y el ajo son los productos primordiales de la cocina catalana. Posteriormente, esta base fue incrementada con aportaciones de sabores de todo el mundo, lo que justifica sus raíces griegas, romanas y fenicias y le concede un toque culinario totalmente mestizado. Por ello, quizás, la cocina catalana no tiene ningún tipo de problema en probar la mezcla de sabores y de ingredientes.
En la cocina de montaña, la cocina catalana trabaja principalmente con ingredientes provenientes del campo tales como carne, productos del bosque y del corral. En lo que denominan cocina marinera, y como su propio nombre lo explica, los productos del mar son los grandes protagonistas, acompañados de arroz o patatas. La cocina burguesa o la moderna cocina catalana se basa en la adaptación de los platos existentes y en la innovación de los sabores, jugando con las técnicas, sabores e ingredientes tradicionales.
Los embutidos típicos tienen un gran destaque en la culinaria catalana: botifarra de Empordà, botifarra o el fuet. Otros ingredientes como cebolla, berenjena, tomate, pimiento, hortalizas, condimentos y hierbas aromáticas, salsas, canela y azafrán son básicos presentes en el espacio de trabajo de cualquier gran chef de la cocina catalana, además de los frutos romanos, los frutos secos, alubias, habas, garbanzos, guisantes y, por supuesto, los caracoles.
Tanto si decides elaborar platos de la cocina catalana como si solo te apetece degustarlos, ten por seguro que disfrutarás de la experiencia gastronómica no te defraudará. ;)