Nosotros lo hemos hecho con una de las combinaciones de verduras que más nos gusta pero, si no te gustan los champiñones o tienes alergia al pimiento, no dudes en sustituirlo por cualquier otra verdura o seta. Las judías verdes o las alcachofas quedan también estupendas.
Si eres amante de las verduras y las setas, te lo recomiendo.
Ingredientes:
1 pimiento rojo.
1 cebolla dulce grande.
150 gr. de champiñones.
Sal y pimienta.
Aceite de oliva.
Salsa de soja.
Aceite de sésamo y semillas de sésamo.
1/2 cucharilla de pasta de jengibre.
Vamos a empezar lavando y cortando nuestros ingredientes. La cebolla y el pimiento rojo lo cortaremos en tiras, y si prefieres la verdura crujiente, corta las tiras gorditas.
Laminamos los champiñones con el mismo criterio que las verduras, más gordito si nos gusta que queden algo crudos.
En un bol pequeño mezclamos la salsa de soja (unas 4 o 5 cucharadas), media cucharilla de pasta de jengibre, unas semillas de sésamo y un chorrito de aceite de sésamo. Removemos hasta que todos los ingredientes estén bien integrados.
Ponemos una sartén amplia al fuego y 2 cucharadas de aceite de oliva. Cuando el aceite esté caliente, añadimos las verduras y los champiñones y los hacemos durante 3 o 4 minutos a fuego vivo sin dejar de remover. De este modo quedarán algo tostados por fuera pero no perderán su textura crujiente.
Agregamos a la sartén la salsa de soja que hemos preparado en el bol y lo dejamos al fuego vivo durante 2 minutos más sin dejar de remover.
Emplatamos y adornamos con perejil fresco picado o con algunas semillas secas de sésamo.