Este plato improvisado es genial para comer legumbres y disfrutarlas, ¡y lo mejor es que lo tienes listo en menos de media hora! Cuando uno pasa una temporada fuera de casa, lejos de su cocina y de su despensa, hay que ingeniárselas aún más para comer bien. Eso es lo que me pasa a mí últimamente, pero aunque pueda usar menos ingredientes y menos técnicas, y a pesar de la calidad de las fotos, fijaos qué recetas tan sabrosas, sanas y sencillas se puede marcar uno hasta en la peor cocina.
Recordar que no todo es carne en esta vida, también hay que comer legumbres al menos una vez por semana. Nos aportan hierro y vitaminas, además de proteínas vegetales, y son de bajo contenido bajo en grasas. Los berberechos, además de estar muy ricos y cocinarse muy rápido al vapor (más sano, imposible), nos aportan muchas vitaminas y minerales y tienen un contenido graso y calórico muy bajo. Por último tenemos el ajo negro, que tiene más propiedades si cabe que el ajo normal, y es que nos proporciona proteínas naturales y, con sus propiedades antioxidante, refuerza nuestro sistema inmunológico, lo que aumenta nuestras defensas. Para 2 personas:
200 g de alubias blancas
500 g de berberechos frescos en su concha
1/2 cebolla grande
2 dientes de ajo negro
50-100 ml de vino blanco
Aceite de oliva
Perejil
Sal
Limón
Opcional: Parmesano en polvo
La preparación:
Antes que nada, os cuento cómo deshaceros de la arenilla de los berberechos:
* Lo primero es tirar los que no estén vivos, que serán los que estén abiertos y no se queden cerrados ni apretando. La forma más práctica de deshacernos de la arena es tenerlos a remojo en agua del mar, si la tenemos cerca. Si no, los introducimos en agua bien fría con un par de cucharadas de sal gorda durante unos 30 minutos (hay quien los deja horas, pero si tenemos prisa no hace falta).
Ahora sí, vamos a la receta:
1. Calentamos en la sartén a fuego medio-alto 2-3 cucharadas de aceite y 1 cucharada de perejil picadito.
2. Enseguida incorporamos el ajo negro y la cebolla también picaditos. Removemos bastante para que no se queme.
3. Pasados un par de minutos echamos a la sartén los berberechos; en pocos instantes se empezarán a abrir (Si alguno no se abre, se recomienda no comérselo). Los rociamos con un chorro de limón.
4. Cuando estén abiertos casi todos, echamos el vino blanco. Mientras que dejamos que se evapore el alcohol podemos incorporar las alubias enjuagadas en un colador (hasta que no salga espuma) para deshacernos de los conservantes.
5. Y ya sólo queda probarlo de sabor, ¿están los berberechos cocinados? ¿Está bien de sal? Pues servimos y a disfrutar. Yo saqué parmesano en polvo a la mesa y le dio un toque muy rico espolvoreado sobre la tapita.
¡Buen provecho!
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Bergua*