Es muy sencilla de hacer, sobre todo si ya has preparado tortilla de patatas alguna vez. Agregar el relleno no supone ninguna complicación, pero sí un extra de sabor y diversión. Para mí la mayor dificultad a la hora de hacer tortilla, radica en darle la vuelta puesto que tengo poca fuerza en los brazos. Para atajar el problema compré una sartén doble especial para hacer tortillas y estoy encantada con ella. Ya no hay tortilla que se me resista... Así de ricas me quedan.
INGREDIENTES:
(para una tortilla grande)
8 huevos de gallinas felices
8 patatas medianas
1/4 de cebolla
5 lonchas de jamón york
5 lonchas de queso
200 gr de champiñones
2 dientes de ajo
aceite de oliva suave
pimienta molida
sal
ELABORACIÓN:
1. Comenzamos limpiando los champiñones. Los lavamos uno a uno bajo el chorro del agua, sin sumergirlos para que absorban la menor cantidad de agua posible. Conforme los lavamos vamos secándolos bien con un paño o papel absorbente. A continuación, los cortamos en láminas y también picamos los dos dientes de ajo. En una sartén echamos dos o tres cucharadas de aceite y la ponemos al fuego. Una vez que esté caliente el aceite, añadimos los ajos y los champis, y salteamos todo hasta que esté en su punto. Reservamos.
2. Pelamos las patatas, las lavamos y las cortamos en láminas o cuadraditos pequeños, según sea la costumbre de cada uno. Ponemos al fuego una sartén con abundante aceite y sofreímos las patatas y la cebolla bien picada (añadid la cebolla un poco más tarde que las patatas para que no se queme).
3. Mientras iremos preparando los huevos. Los cascamos y los batimos en un blol grande, añadiendo sal y pimienta al gusto.
4. Una vez que las patatas estén hechas las escurrimos bien del aceite y las vamos volcando en el huevo batido. Mezclamos todo.
5. Retiramos el aceite de la sartén y la ponemos de nuevo al fuego. Añadimos la mitad de la mezcla de patata y huevo, encima las lonchas de york bien repartidas, otra capa de champiñones laminados y otra de lonchas de queso. Rápidamente tapamos con la mezcla de patata y huevo sobrante, y esperamos unos minutos para que vaya cuajando la tortilla. Damos vuelta a la tortilla (yo tengo una sartén doble con enganche, una maravilla) y cuajamos por el otro lado. Si fuese necesario damos otra vez la vuelta. Así hasta que haya cuajado por completo y esté dorada. Terminamos volcándola directamente sobre el plato de presentación. Se puede tomar fría o caliente, pero os recomiendo hacerlo en caliente ya que está más rica con el queso fundido.
¡Buen provecho!
Nos vemos en la siguiente publicación, mientras podéis encontrarme en mi página de Facebook , en Google +, Pinterest e Instagram.