¡Saludos, Calderer@s!
Este mes no he dudado ni un momento qué escoger para el reto Color y Sabor de Temporada que nos propone Pilar Monge desde Postres Originales. La chirimoya no me hace gracia especialmente y en cambio los guisantes….¡¡me encantan!!
Normalmente los preparo salteados con, ajo, jamón serrano y puré de patatas o en tortilla.
Pero para este reto quería preparar una receta que hacía tiempo que tenía ganas de probar. ¡Croquetas de guisantes! Había pensado hacerlas de harina, preparando la bechamel, pero al enterarme de que se podían también preparar de patata, me he animado a probar. Y la verdad es que el resultado ha sido satisfactorio 100%
Los guisantes son una fuente importante de vitamina C, calcio y magnesio. Se les atribuyen propiedades vasodilatadoras que ayudan a favorecer la circulación de la sangre.
Ingredientes (2 personas):
2 patatas medianas
1/2 cebolla
250gr de guisantes congelados
pan rallado
orégano
ajo en polvo
sal y pimienta
aceite de oliva Elaboración:
Comenzamos hirviendo en agua salada los guisantes congelados durante 5 minutos. Cuando estén listos, escurrimos y reservamos.
Ponemos también otra olla con agua salada para cocer las patatas que podemos partir por la mitad para que se hagan antes. Tienen que quedar totalmente tiernas, que se puedan hacer puré sin mucho esfuerzo.
Picamos la cebolla lo más finamente posible y en una sartén con unas cucharadas de aceite de oliva la pochamos con un poco de sal. Cuando esté tierna apagamos el fuego y reservamos.
Esperamos a que las patatas terminen de cocerse y cuando estén listas, las enfriamos, les quitamos la piel y las cortamos en trocitos, añadiéndolas a la sartén junto con la cebolla, el orégano y el ajo en polvo y la pimienta. Salteamos unos minutos.
A continuación ponemos en un bol la mezcla de las patatas y con un tenedor o un prensa patatas las hacemos puré hasta que quede una masa homogénea.
Es el momento de añadir los guisantes al puré, removiendo bien cuidadosamente para no aplastarlos, pero lograr que se integren totalmente hasta tener una masa fácilmente manejable.
Es el momento de hacer las croquetas.
Vamos desprendiendo bolas de la masa del tamaño que queramos que sean las croquetas, y con las manos, o con unas cucharas le vamos dando forma a las croquetas.
Cuando las tengamos listas es el momento de freírlas. Una ventaja de la masa hecha con patata con respecto a la hecha de harina es que no hay que dejar reposar la masa. Podemos liar las croquetas en el mismo momento en que está lista la mezcla.
Pasamos las croquetas por pan rallado, huevo batido y de nuevo pan rallado. Las freímos de cuatro en cuatro en una sartén pequeña con abundante aceite de oliva para freír.
Conforme vayan saliendo, las dejamos reposar sobre un papel de cocina, para que se absorba el aceite sobrante.
¡Y ya tenemos listas nuestras croquetas de guisantes! Así con el paso a paso no parecen tan difíciles, ¿verdad?
Espero que os animéis a hacerlas.
¡Que aproveche, Calderer@s!
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