Ingredientes :
Para la masa quebrada:
200 gramos de harina
100gramos de margarina o mantequilla
50 ml de agua
Una cucharadita de sal
Para el relleno:
250 gramos de champiñones
300 gramos de espinacas
Una cebolleta
200 ml de nata (crema de leche) para cocinar
Bolitas de mozzarella
2 yemas de huevo
Sal y pimienta
Para la masa quebrada solo hay que integrar todos los ingredientes y formar una bola que dejaremos reposar en la nevera unos 20 minutos.
Truco: yo utilizo margarina Flora en vez de mantequilla. Me resulta más digestiva y es más fácil integrarla a la harina. Lo dejo a vuestro gusto.
Mientras la masa se enfría un poco en la nevera, seguimos con la receta preparando el relleno. En una sartén grande con un poco de aceite de oliva rehogamos la cebolleta cortada en juliana unos minutos y añadimos los champiñones laminados. Los salteamos unos minutos a fuego vivo y por ultimo agregamos las espinacas. Yo las he puesto frescas pero también se pueden utilizar congeladas (eso sí, bien descongeladas y escurridas de agua). Las espinacas reducen muchísimo de volumen al cocerlas por lo que en principio parecen mucha cantidad, al final se quedan en más bien poco. Salpimentamos a nuestro gusto y salteamos toda la verdura unos instantes.
Por otra parte mezclamos en un bol la nata (crema de leche) y las 2 yemas de huevo. Reservamos
Retiramos nuestra masa de la nevera y la extendemos para forrar el molde.
Truco: me gusta hacerlo siempre sobre una hoja de papel de horno, me facilita la extensión y luego el desmolde de la tarta.
Colocamos encima el relleno y las bolitas de mozzarella (u otro tipo de queso como el queso feta) y vertemos encima la mezcla de yemas y nata (crema de leche).
Llevamos al horno precalentado a 170 grados durante unos 45 minutos.
¡Ha sido todo un éxito, no quedado ni migaja jaja!
Bon appétit Mama
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