La salsa acompaña perfectamente a cualquier carne o pescado. En ensaladas de canónigos y rúcula está espectacular... incluso a cucharadas. No lleva aceite, aprovechamos el aceite de los propios frutos secos, es ácida en su punto justo y muy cremosa.
INGREDIENTES
espárragos trigueros, mejor de los finos
un poquito de agua y sal
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40 gr. de anacardos
30 gr. de nueces peladas
una cucharada de mostaza antigua
zumo de 1 limón
1-2 cucharadas de miel
sal
agua
En una cazuela grande y baja echamos un poquito de agua y sal, cuando rompa a hervir echamos los espárragos trigueros y tapamos la cazuela. Aproximadamente los tenemos 2-3 minutos sacamos con una espumadera y ya los tenemos listos.
La salsa es muy fácil, en un vaso batidor (o la batidora normal, lo que tengáis) echamos todos los ingredientes menos el agua. Batimos hasta obtener una especie de pasta, en éste momento vamos añadiendo agua hasta que tengamos el espesor deseado. Rectificamos de sal, la echamos en un recipiente, tapamos y a la nevera.